Hay que admirar a las personas que defienden sus principios, estemos o no de acuerdo con éstos, hasta el final. Y hay que despreciar a quienes, para defender principios ajenos, se convierten en mercenarios ideológicos que no dudan en dañar a la mayoría si con ello satisfacen las demandas de unas minorías. Apelar a los resultados electorales para imponer leyes sin consenso en nombre de la mayoría es una de las mayores estafas a la democracia que se pueden realizar.
El Partido Popular lleva dos años estafando a los españoles, mintiendo día a día, manipulando la realidad y gobernando a favor de quienes no se presentaron a las elecciones. La última estafa ha sido la ley del aborto, la única ley aprobada en Consejo de Ministros que iba en su programa electoral. Y lo ha hecho, como todas sus acciones de gobierno, hurtando el debate y aludiendo al respaldo electoral de los los 10.830.693 votos cosechados en las elecciones de 2011.
Imponer postulados ultracatólicos con la ley Gallardón supone el desprecio más absoluto por el juego democrático al derogar la anterior ley respaldada por 11.289.335 españoles que votaron al PSOE en 2008, 969.946 a IU, 298.139 a ERC, 306.128 a PNV, 212.543 a BNG, 62.398 a Na-Bai y una parte de los 779.425 que votaron CiU. La suma de casi trece millones y medio de españoles cuyos representantes votaron a favor de la ley de plazos ha sido despreciada y se ha impuesto un rodillo perfumado de incienso, hipocresía y negocio.
Con el PP en el gobierno los estafadores se han revelado como los auténticos detentadores de un poder, no olvidemos, surgido de los votos y las esperanzas de la ciudadanía. Comenzó Rajoy la legislatura premiando a los estafadores bancarios con decenas de miles de millones de euros a prorratear entre la ciudadanía. Los perpetradores de las estafas preferentes, de las estafas hipotecarias y de la estafa bancaria generalizada continúan hoy estafando el dinero público en las subastas de deuda pública.
La salud y la educación públicas han sido también entregadas a estafadores privados por secuaces políticos que utilizan las instituciones democráticas para el lucro personal en directo y en diferido. Los despachos neoliberales de la calle Génova se han convertido en la versión posmodena del cervantino patio de Monipodio donde los sobres y las donaciones opacas propician decretos y firmas de contratas que favorecen a donantes y receptores unidos en la sordidez y la suciedad de las privatizaciones.
Los estafadores han establecido nuevas condiciones en las relaciones laborales que, cómo no, articulan el derecho al trabajo exclusivamente en torno al beneficio empresarial. Un beneficio empresarial sin límites basado en la estafa como piedra angular de la economía neoliberal que no duda en amañar los precios de la luz, el gas, el petróleo, la telefonía y cualquier producto de uso cotidiano para imponer al trabajador los grilletes de la precariedad y la limosna salarial.
Viendo las cuentas de la recuperación, hay un indudable desequilibrio entre estafadores y estafados que la acción de gobierno inclina con precisión y descaro en favor de los primeros argumentando el apoyo de los segundos. Viendo la ley Wert, la ley Gallardón y la posición profranquista de numerosos cargos del Partido Popular, brillan con luz propia la estafa ideológica de un partido presuntamente democrático, la estafa doctrinal de una iglesia alejada de los pobres y la estafa democrática de un pueblo insconciente que sigue votando mayoritariamente y dando su apoyo a quienes han hecho de la estafa su modus vivendi.
Apalabrado 
Esta ley hipócrita del aborto me recuerda a ese hombre machista, posesivo, q etiqueta a la mujer como una mujer débil…
El COÑO de la mujer es una cuestión de Estado, protegen la vida, dicen los del PP, esos mismos q van los domingos a las plazas de toros…
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No sólo van a las plazas de toros, sino que también legislan para que los supervivientes de los abortos tengan la vida lo más complicada posible. Les importa un pimiento que los «malformados» vengan a un mundo y afronten una vida sin ayudas a la discapacidad y que los «bienformados» dediquen su vida a ser explotados sin miramientos y vivan en este valle de lágrimas mendigando para comer o calentarse.
Salud
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Para el PP todo es privado menos el cuerpo de la mujer.
Me estoy imaginando a la hija de Gallardón llegando a casa… -Papá, me he quedado embarazada! -de quién? del chiquillo amigo nuestro con gafillas? -No, de un negro q conoci en la discoteca…
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Y yo me pregunto: ¿qué más hace falta para que la izquierda parlamentaria se plante de una vez, haga un llamamiento a la desobediencia civil y encabece la movilización ciudadana para derrocar a este gobierno? Ah, que (por citar un nombre) luego le toca al PSOE y no hay que encabronar a los poderes fácticos…
Saludos.
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No tienes más que ver el ditirambo que se ha marcado el PSOE a la salud del mensaje navideño de «su» majestad, de ellos y del PP. La izquierda parlamentaria es minoritaria a más no poder, ya que entre PP, PSOE, UPyD y nacionalistas varios, se comen desde la derecha casi todo el abanico del hemiciclo.
Salud
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Es la esencia del fascismo, autoritario para su propio pueblo o para el ajeno si se tercia, lo vivimos aquí del 36 al 39 del siglo pasado y en el mundo posteriormente, a nadie se le escapa que sin una generosa financiación en la sombra no hubieran florecido ese tipo de regímenes, en el exterior aquí hubo el preliminar de la guerra de Irak con la posterior retirada con el cambio de signo del gobierno, y la valentonada de Perejil, ahora ante la falta de enemigo exterior, la brutalidad represiva en las manifestaciones como la habida el sábado mediante provocación por parte de los agentes, en esta estamos, en una forma de actuar por parte del gobierno que lleva a rechazar reiteradamente que no se pueda cortar el suministro eléctrico a familias con necesidad, en el congreso con éxito por su parte, en la Junta de Andalucía y en la Generalitat de Catalunya, cada actuación de este Gobierno va encaminada a llevar sufrimiento a una importante parte de la ciudadanía, ¿parafascismo o fascismo directamente. Saludos.
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En España, a la fiereza social del neoliberalismo, se le suma el regreso despiadado del la ideología franquista que nunca desapareció de España.
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«Tienen alma de charol y plomo»… en el traje bien cortado; las botas y los correajes los llevan, indelebles, en el fondo de su ser. Son así: les molesta la libertad; hasta la felicidad les asusta. Un abrazo.
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La libertad y la felicidad son para ellos enemigos a batir porque su ausencia es lo que más placer proporciona a estos mercenarios ideológicos.
Salud
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La Iglesia no ha sido nunca demócrata, y estos meapilas representas sus principios que no son más que la consagración de su poder terrenal y de sus sus privilegios,
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Este es un gobierno mercenario al servicio de las élites financieras, empresariales y religiosas que nunca se presentan a las elecciones y siempre resultan agraciadas por el poder político.
Salud
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