El Movimiento redivivo

Movimiento

«Cautivo y desarmado el Ejército Rojo, han alcanzado PP y PSOE sus últimos objetivos electorales. La posibilidad de cambio ha terminado». Así, presentando a las alternativas a la alternancia como un temible y feroz ejército con sangre y fuego en sus banderas, el bipartidismo ha conseguido mitigar su caída quedado el estrepitoso batacazo en coscorrón. 2.473.210 andaluces, más 2.266.104 silencios, han bendecido la corrupción y los recortes. Algo más de 1.150.000 han apostado por cambiar, lo que convierte a Andalucía en una comunidad conservadora e indiferente.

El pueblo español, perdida la batalla de Andalucía, próximas las escaramuzas municipales, pendientes otros choques autonómicos, avanza hacia la degollina de las generales de fin de año. El desgaste del Partido Popular le va a suponer ceder poder en favor de la guardia mora de Ciudadanos, socorro aliado de última hora para frenar a la brigada indignada. Al acecho para acaparar botines y medallas, la falange socialista atiende el frente interno en Ferraz donde hace tiempo que tocan generala.

En la calle, el desconcierto, reflejado en las urnas sureñas, hace convivir los anhelos y las iras con la indolencia y la ausencia de una alternativa definida, identificable, clara. Ha transcurrido un tiempo precioso, suficiente para dar a conocer un programa, en el que la tropa de la indignación no ha visto propuestas de sus coroneles o sus sargentos. El asedio del bipartidismo, del Ibex y de la prensa amaestrada los ha puesto a la defensiva, en trance de repliegue y casi de retirada.

El horizonte de votantes con precarias nóminas, con salud y educación expropiadas, con suministros básicos extractivos, sin vivienda o comida aseguradas, es desolador cuando se encierran en las cabinas electorales. A un lado, papeletas de rosas y gaviotas vendepatrias, a otro salvapatrias de círculos sin programa o siglas desgastadas y, entre ellas, las cañas de nuevo cuño que de nuevas no tienen nada. La necesidad de votar nunca estuvo tan complicada.

El voto, cautivo y desarmado, legitima las ilegítimas políticas dictadas desde Bruselas o Alemania, desde grandes empresas o desde la banca. La democracia, cautiva y desarmada, se ha convertido en una fábula, un cuento, una parábola, para legitimar tristes realidades y adormecer esperanzas. La ciudadanía, cautiva y desarmada, ha sido llevada al paredón de la desigualdad y la pobreza donde silban al unísono las oraciones y las balas.

Sólo quedaba el derecho al pataleo, a la libre expresión pública de quejas y necesidades que también, con la Ley Mordaza, ha sido cautivada y desarmada. El PP, en una razia desconocida en democracia, se ha llevado por delante el espíritu de la transición con su particular cruzada. Sabedor de que su mayoría absoluta y la estafa eran una oportunidad única, ha arrasado el país, como Atila, practicando una política de tierra quemada.

En España no volverá a crecer la hierba. PSOE y PP, con sus vasallaje liberal, sus Reyes Católicos y sus Torquemadas, lo malo conocido en España, han hecho frente común para prolongar la Edad Media. Ambos aspiran a turnarse en el sillón del Cardenal Cisneros, el de Pepe Botella o el del General Espartero, atentos a administrar el estado y obtener ganancias. Es el Nuevo Régimen, el nuevo/viejo Movimiento redivivo en el siglo XXI. Cautivo y desarmado el ejército rojo, ha alcanzado el bipartidismo su último objetivo: continuar.

6 comentarios el “El Movimiento redivivo

  1. felix dice:

    Extraordinaria definición de la canción de Labordeta, Aquellos rojos de antaño…..que me permito la licencia de decir que son Estos Azules de ahora

    Resulta que ni hubo transición, ni hay democracia, .A pesar de todo entiendo que hubo fue El régimen del 78, consistente en la continuidad del régimen anterior, legalizado por unas papeletas de dos partidos que el tiempo demostró que se convertirían en la alternancia de poder. Entre si, faltaría mas.

    Del libro ese que llaman Constitución, antes de la llegada de Mariano quedaba el libro. Ahora no quedan ni las pastas que lo recubrían.

    Los Tribunales de Orden Público (TOP) y los/as chicos/as de la (BPS),, Brigada Político Social ahí están, esperando el pistoletazo de salida que los legalizará la Mordaza como Ley haciendo el trabajo para el cual han sido adiestrados sin cortapisa alguna.

    Cuanto más te leo mas identificado con tus puntos de vista estoy.
    Afortunadamente aportas viento fresco que se cuela por las rendijas de estas puertas y ventanas cerradas.

    Salud

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    • Verbarte dice:

      Lo último a lo que habrá que prestar atención es al apoyo recibido por Felipe González de Carrero Blanco para insatalar al PsoE del interior y cargarse al histórico de Toulousse.

      Salud

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  2. aj dice:

    Magistral, una vez más.
    Salud

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  3. Excelente artículo, pero no comparto lo del «espíritu de la transición». A mi modesto parecer, no hubo tal, si no más bien una segunda restauración borbónica, de cambiarlo todo para que todo siga igual.

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    • Verbarte dice:

      Se supone que el camelo o espíritu de la transición del que alardean tanto PP como PsoE era un consenso entre política y ciudadanía por el que ambas instancias se comprometían a un diálogo fluido y constante que garantizara un cierto equilibrio social. El camelo, en estos términos, apenas duró un quinquenio hasta que Felipe González estableció su peculiar muro de Berlín separando a la ciudadanía de los intereses partidistas y personales.

      Por otra parte, transitar significa pasar de un sitio a otro y España no se ha movido del lugar en que Franco la dejó cuando nombró su sucesor al campechano. No ha habido, en efecto, transición, ni siquiera –técnicamente– una restauración porque el dictador se saltó el tallo genealógico del Conde de Barcelona. Estamos hablando pues de maquillado continuismo puro y duro.

      Al primer camelo es al que Rajoy ha dado el descabello con la insana intención de devolver al antiguo régimen todo su esplendor.

      Salud

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