La Mafia de la Banca

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Actúan con insultante impunidad, la que les otorga saberse intocables porque sus sicarios controlan los entresijos de los poderes legislativos, ejecutivos y judiciales de los estados. Los bancos son una lacra, una mafia con códigos propios: los penales, los mercantiles, los administrativos y los de silencio, redactados a su medida por políticos y juristas los primeros y el último por plumillas, todos a su servicio. Los crímenes de la mafia siempre quedan impunes, la banca siempre gana.

Tiene la desfachatez esta mafia de ufanarse públicamente de sus robos, de sus crímenes, arropada por los poderes públicos de los estados, colaboradores necesarios en sus delitos flagrantes. Todas las crisis, todas las estafas globales, tienen su origen en el tráfico de dinero urdido por los bancos. La última, la reciente, fue producto de la caída de Lehman Brothers que arrastró en su caída a todo el pútrido sistema bancario mundial, a todas las mafias.

Los estados, sus secuaces, acuden a socorrer a sus padrinos cada vez que éstos son golpeados por su propia naturaleza avara. Los estados, sus esbirros, se encargan de rescatarlos con el dinero, los derechos y las propiedades de sus víctimas a la vez que tratan de convencer a la ciudadanía de haber sido ella quien ha cometido el delito viviendo por encima de sus posibilidades. La mafia bancaria controla y dirige las actuaciones de las mafias políticas y judiciales siempre, insisto, en beneficio propio.

Lo del Tribunal Supremo con los gastos de registro de las hipotecas (obligar a la víctima a pagar la bala con la que es fusilada) ha sido la última y más grave evidencia de que la mafia de la banca es intocable. Al gran capo, el Ibex 35, le ha bastado meter una cabeza de caballo, en forma de números rojos, bajo las sábanas togadas para que se desate la ignominia de la revisión de su propia sentencia en veinticuatro horas. Tras el vergonzoso anuncio de sus señorías, los números azules en la bolsa anunciaban que todo está controlado, atado y bien atado.

La mafia de la banca roba a diario. Lo atestiguan los millones de comisiones, extorsiones en realidad, que cobra a quienes menos dinero tienen: comisiones por tarjetas, comisiones por apuntes, comisiones por cobros, comisiones por pagos, comisiones por tener cuenta, comisiones por la cara. La insaciable mafia de la banca roba para que sus capos vivan a cuerpo de rey y quede para sobornar a sus sicarios políticos, judiciales y mediáticos.

La mafia de la banca roba a manos llenas con preferentes y productos complejos con los que timan a sus clientes más vulnerables. De vez en cuando, el alijo debe reparar a sus víctimas cuando el delito ha sido tan descarado que ni a los jueces ni a los políticos a su servicio les queda otra que hacerla rectificar. La mafia se reinventa y pone en funcionamiento otros mecanismos de estafa que la resarzan de las pérdidas y aumenten las ganancias.

La mafia de la banca roba implacablemente concediendo a sabiendas hipotecas incobrables. La mafia de la banca no pierde el dinero y se queda con la vivienda que después vende a fondos buitres de sus sicarios o de sus hijos. La mafia de la banca blanquea con el ladrillo, en paraísos fiscales, el inconfesable dinero negro procedente de drogas, prostitución o venta de armas. La mafia de la banca es así, insaciable, avara, implacable, codiciosa, impune, descarada, intocable. Se le permite.

4 comentarios el “La Mafia de la Banca

  1. Framoru dice:

    Una vez escuché que el pino es un árbol que con su resina (combustible natural) está evolucionado de forma que un incendio le viene bien, ya que provoca que por la rapidez del mismo arrase con toda la vegetación de alrededor o competencia vegetal, pero sobrevive para adueñarse del terreno y expandirse al recuperarse pronto del desastre. El sistema capitalista americano u oligopolio financiero con máscara de democracia, actúa igualmente. Provoca las crisis especulativas recurrentes, que se expanden catastróficamente por el mundo para arruinar y endeudar a los paises. Ellos son los primeros en salir siempre y fortalecidos en relación a lo que dejan, mientras que ahora estamos en España y Europa aún sin recuperarnos de la Gran Recesion del 2008, pero con riesgo de fascismos y ruptura de lo que va quedando de la Unión Europea. No veo ejemplo mejor que el bosque de pinos para explicar lo que nos está pasando y quienes están detrás y se enriquecen, mientras los demás languidecemos en deuda creciente, austericidios, diferencias sociales, pobreza y enfrentamientos. Juegan con cartas marcadas y con normas que les favorecen. ¿Seguimos jugando en sus casinos como ludópatas ciegos?

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  2. Alf dice:

    Te veo en desacuerdo total con Rajoy el sabio Registrador, el cual al despedirse de su plaza de Santa Pola ha dicho que «el está de parte de los banqueros; todo el mundo critica a los bancos, yo no»

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    • Verbarte dice:

      Pocas virtudes, no se me ocurre ninguna, tenía y tiene M. Rajoy. En este caso, su legendaria labia ha verbalizado lo que piensa todo el PP, todo C’s y una amplia mayoría del PsoE, aunque lo callen.

      Salud

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