El Golpe de Estado de Casado, Rivera y Abascal

golpistas

Veleitosamente, el lenguaje se deja llevar por antojadizas voluntades y deseos vanos con aviesas intenciones y abyectos sentimientos. Llevan mucho tiempo, demasiado, las derechas ultras y extremas de este país hablando de golpe de estado y temo que no sea una casualidad. Dice el Diccionario de la Real Academia que Golpe de Estado es una Actuación violenta y rápida, generalmente por fuerzas militares o rebeldes, por la que un grupo determinado se apodera o intenta apoderarse de los resortes del gobierno de un Estado, desplazando a las autoridades existentes.

Para la ciudadanía española, el concepto de Golpe de Estado evoca un pasado reciente cuyos ejecutores son justificados públicamente y sus víctimas ninguneadas por esas derechas nostálgicas, ultras y extremas. España es un país anómalo con la metástasis del franquismo corroyendo sus órganos y su esqueleto. España es un mal ejemplo de país con representantes públicos que no condenan el genocidio franquista y donde se subvenciona con dinero público a los exaltadores del criminal golpista del 36.

Casado, Rivera y Abascal, no siendo los únicos que lo hacen, pastorean votos populistas, extremistas y peligrosos echando mano del lenguaje. Han explotado y manipulado al máximo las palabras “terrorismo” o “Venezuela”, prostituyendo sus significados, para golpear a rivales políticos. Ahora lo hacen con la perífrasis “Golpe de Estado” traduciendo a votos descaradamente la alarma que provoca en la ciudadanía.

Tres nefastos personajes que se niegan en redondo a condenar el franquismo y que hacen la vista gorda ante la prisión de lujo disfrutada por Tejero, el último golpista sufrido por España. La vista gorda se extiende a los homenajes que ese bigote con tricornio y pistola recibe en cuarteles y actos públicos con presencia de militares y paramilitares yonquis del “cualquier tiempo pasado fue mejor”. La connivencia de Casado, Rivera, Abascal y otros muchos con fundaciones, asociaciones y personas que hacen apología del golpismo impunemente es preocupante y peligrosa.

La constante mención al “Golpe de Estado” en Catalunya es una muestra de que estos tres ejemplares populistas han abdicado de la dialéctica de las palabras y las ideas y revindican la falangista dialéctica de los puños y las pistolas, como quedó demostrado en el 1–O y tras la aplicación del 155. Extender la idea de un Golpe de Estado es una forma de normalizarlo, de preparar con odio y miedo a la población para su llegada real y monstruosa.

Para ellos, hay Golpes de Estado buenos y malos, incluso dejan entrever que los hay necesarios. Las derechas populistas, ultras y extremas que aspiran a gobernar España están lanzadas y no les valen los votos, las ideas, o el diálogo: construyen los cimientos, a base de puños y pistolas, para justificar un Golpe de Estado. Cuentan para ello con parte de un ejército y de unos cuerpos de seguridad del estado en los que la ideología golpista nunca recibió un tratamiento de choque aséptico y democratizador.

El miedo a un Golpe de Estado es el miedo latente a una “actuación violenta y rápida, generalmente por fuerzas militares o rebeldes”, nada descartable por el impulso que el trío populista y extremo brinda con sus arengas a esa indeseable salida. Como buenos discípulos del fascismo que se reinventa en Europa y EEUU, catalanes y vascos, la xenofobia, la homofobia y la disidencia ideológica vuelven a estar en la diana de estos tres herederos del franquismo.

2 comentarios el “El Golpe de Estado de Casado, Rivera y Abascal

  1. Framoru dice:

    Totalmente de acuerdo. Estamos en un momento crítico con estos incendiarios. Siempres insistí que la única cosa «buena» era que Aznar tenía a su manada en el mismo redil, desde el supuesto centro-derecha hasta los ultras, pero aquello se acabó como otro estadio más de la crisis económica mundial capitalista del 2008, las migraciones masivas de un Oriente Medio desestabilizado, la globalización de las desigualdades, los endeudamientos y empobrecimientos provocados de los países y continentes, y la deriva acelerada que estamos sufriendo. Aznar se quita la careta y ya tiene su títeré Casado, ni siquiera vicepresidente como achaca a Pablo Iglesias, a través del cual gobernar si no lo evitamos. Semianalfabeto acomplejado con curriculo dopado, no le queda nada más que hacer méritos con sus eslóganes del día y tratar de emularlo en sus declaraciones. Los tres viven, y Aznar incluso resucita por y para el enfrentamiento y la tensión. Todo les es permitido… sin complejos… para su vergüenza y meternos miedo. ¿Volveremos al 36 y se repetirá la historia en España y mundial?

    Le gusta a 2 personas

  2. Past dice:

    Para enmarcarlo. O mejor, para comentarlo también en los campus universitarios.
    Salud

    Me gusta

Los comentarios están cerrados.