22 M: La dignidad y sus conceptos

22M

Pan, trabajo, techo, corrupción, sanidad, educación, dependencia, pensiones, preferentes, hipotecas, salarios, derechos cívicos, mentira oficial, verdad silenciada, represión, nepotismo, paraísos fiscales, estafas, democracia, deuda ilegítima, justicia, paz, igualdad, impuestos, laicidad, amnistía fiscal, solidaridad, indultos, recortes, privatizaciones, la luz, el agua… imposible recordar todos y cada uno de los motivos, escritos con letra sencilla en humildes pancartas o coreados por enérgicas gargantas, que marcharon por Madrid el 22 M.

La dignidad, concepto noble donde los haya, se hizo bandera ayer en España de forma anónima, voluntaria, legítima, democrática, multitudinaria. Es difícil evaluar la magnitud y la relevancia de un hecho cuando, desde dentro, alguien forma parte de la masa, es como preguntar a la harina por la textura de la pasta. Ayer destacaron sobremanera las ausencias, base del éxito y la dignidad de la convocatoria, de sindicatos comparsas del poder y de siglas que sólo aspiran a ser alternancia, unas históricas (PSOE) y otras (UPyD) de historia maquillada. Al PP, no se le esperaba.

La dignidad tenía ayer rostro de jubilado, desempleada, estudiante, autónoma, empleado mal pagado, enferma, funcionario o niños de futuro truncado, rostros todos ellos de cotidiano vecindario. No había estrellas de fútbol en Cibeles o Neptuno, ni ejecutivos del Ibex en la Bolsa, ni políticos cercanos en el Palacio de Cibeles, ni representantes del pueblo en el Congreso de los Diputados. Madrid, ayer, fue una vena de dignidad en libertad vigilada.

Hubo debates entre pancartas de voces sin desmayo, debates políticos en la ciudadanía, novedad desde que el 15 M gritó, también en la calle, la verdad incómoda de la clase política profesionaliza, que “no nos representan”. De la calle de Gamonal a los grifos de Alcázar de San Juan, del fracking a la estafa eléctrica, de corruptos y del papel de un rey en una democracia, del aborto, de la manipulación y la mentira, de todo se habló con ideas frescas y palabras llanas. Dignidad verbal.

Y también se habló de miedo. Porque juntar en un mismo espacio cerebros apagados bajo un casco, cerebros cegados por capuchas y cerebros enrocados en un despacho, los tres tipos estorbando el sosiego de la dignidad, da miedo. Cifuentes ha demostrado que apuesta fuerte por el Ayuntamiento o la Comunidad de Madrid y ha hecho su trabajo sin salirse un ápice de su indigno manual. Avisó sus intenciones en jornadas previas con el apoyo de los suyos, su partido y sus medios, y ejecutó con maestría la sinfonía de porras, multas y detenciones para aquilatar su fama y desacreditar el ejercicio de la democracia. Se necesitan broncas y, si no se producen, hay que provocarlas.

Cayó la noche y, de regreso, la prensa ya disparataba su concepto de dignidad con cifras irreales y violencia focalizada para tapar ideas, debates y proclamas. Las empresas editoriales tenían sus baterías editoriales prefabricadas, meticulosamente diseñadas, indignamente calculadas. El domingo amanece con portadas y editoriales desatinados que obligan a consulta apresurada de medios forasteros para saber lo que pasa en casa. Sin noticia de la verdad en España.

Sobremesa del domingo: Suárez muere, otra vez, ésta la de verdad. Borrón y cuenta nueva, un alivio para redacciones, despachos y conciencias malparadas, la dignidad ya no es noticia, un millón o dos de personas ya no sirven para nada. Pero la calle fue concurrida en voces, pancartas y banderas rojas, gualdas y moradas. Casualidad o no, tras estas dos noticias secuenciadas, alguien podría imitar a Arias Navarro y dirigirse al país para anunciar que “Españoles: la Transición ha muerto”.

9 comentarios el “22 M: La dignidad y sus conceptos

  1. Teresa dice:

    Yo estuve el sabado en la manifestación. Soy empleada y, considero, bien pagada. Como yo había muchos otros. Por favor, no nos excluyais.

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    • Verbarte dice:

      Por supuesto que había gente bien pagada, incluso autónomos con generosos beneficios y pensionistas por encima de los 1.500 € (yo estuve compartiendo bandera con algunos de éstos). Los salarios «dignos» poco tienen que ver con la riqueza que generan, ya que las plusvalías no caen en el bolsillo que las producen, sino en las arcas empresariales.

      Gracias por tu asistencia y tu necesaria aclaración. Hay motivos, muchos y tan poderosos o más que los laborales, para echarse a la calle.

      Salud

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  2. ramonyops dice:

    Reblogueó esto en ramonyops.

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  3. 7 dice:

    Reblogueó esto en Raciozinando.

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  4. Sofía dice:

    Ayer era la gente. Efectivamente, lo silencian. Pero las calles de Madrid fueron ríos de indignación democrática, y de futuro. Ahí está. Un abrazo.

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    • Verbarte dice:

      En efecto. Quienes caminamos en Madrid, cumplimos sobradamente con la dignidad. Antes, durante y después, la indignidad hace su trabajo de espaldas a la calle, a la sociedad.

      Salud

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  5. Ahora, como he leído en un tuit, «a ver cuándo muere Franco». Está claro que de la prensa «de masas» ya no podemos esperar nada. Quienes estuvisteis ahí, defendiendo nuestra dignidad, sabéis que fue una movilización histórica, surgida desde la ciudadanía y olvidada por todos los que tienen algo que pescar de los circuitos oficiales. Los sindicatos «mayoritarios» y PSOE ya no convencen a nadie. Dejar pasar esta oportunidad de recuperar algo de su dignidad vendida debe hacer abrir los ojos básicamente a esos millones de indecisos. La alternativa no está en «los otros» o en la abstención. Hay opciones que proponen un cambio real y sólo necesitan de apoyos en las urnas para que de una vez el miedo cambie de bando. Por mucho ruido mediático, por mucha criminalización y excesos verbales, somos millones los que tenemos los ojos bien abiertos y las mentiras no nos van a manipular. Gracias, Verónica por salir, una vez más, a la calle. Saludos!

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    • Verbarte dice:

      Ahí estuvimos, Benjamín, como gotas en un océano de dignidad. Y también notamos la presencia de quienes OS mojáis a diario para que la dignidad, al menos, siga siendo universal.
      Salud, compañero.

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  6. Maginense dice:

    Reblogueó esto en El Maginensey comentado:
    Os recomiendo este artículo

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