¡Benditos los que vienen desde fuera
con bolsas bien repletas de dinero
en cómodos aviones o en crucero
sin esa ordinariez de la patera!
No quiero la cochambre que vulnera
el rol cosmopolita del viajero,
ni moros, negros, ni panchitos quiero,
ni purria miserable pordiosera.
En cambio, será bueno que al instante
obtenga el opulento trashumante
visado con tarjeta Visa Oro;
pues si tienen forrado su bolsillo
y quieren invertir en el ladrillo,
no importa ser panchito, negro o moro.