Hernando, el PP y la purga franquista

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Mujeres rapadas por los franquistas en Oropesa (Toledo) por ser familiares de republicanos

Las moscas son insectos con inclinación al incordio (Pseudolynchia canariensis o mosca cojonera) y vocación escatológica (Sarcophaga carnaria o mosca de la carne). El gárrulo portavoz del PP, Rafael Hernando, es un ejemplar antropomorfo de mosca cojonera que inocula excrementos e inmundicia cada vez que abre la boca, un bocazas de toda la vida, un matón de discoteca. Su rictus, su pose portavocera, revela un cínico disfrute cada vez que esparce desprecio sobre otras especies no peperas.

El último zurullo adherido a su trompa duele. “Los comunistas son muy de purgas”, ha dicho. Duele por lo que calla, no por lo que se le escucha. Considerar comunista, etarra, bolivariano o radical, a cualquiera que se sitúe a su izquierda entra en el juego dialéctico de la extrema derecha española para descalificar. Tales ofensas, presuntas y presuntuosas, hablan de quien las profiere. En la España del siglo XXI, dichos epítetos evocan los luctuosos ecos de los golpistas y falangistas que llevaron a cabo la mayor purga habida en la historia del país tras un golpe de estado militar.

Sí. El PP se reivindica como legítimo heredero del franquismo en su ideología y en su praxis política. Basta recordar que su fundador fue un ministro franquista y que otros muchos personajes amamantados por la dictadura nutren sus activos políticos. Basta recordar la férrea oposición del PP a la Ley de Memoria Histórica: “Los familiares de las víctimas del franquismo se acuerdan de desenterrar a su padre solo cuando hay subvenciones”, otra hez salida de la sucia trompa de Hernando.

No quiere la Pseudolynchia pepera que se airee la purga fascista llevada a cabo por sus carniceros referentes ideológicos. Se niega la facción de extrema derecha del PP, más numerosa de lo democráticamente asumible, a que se cierren las heridas causadas por los suyos. Ellos y ellas son más de asaltar la calle –“la calle es mía”, Fraga dixit y Fernández Díaz fecit– y bombardear cunetas y fosas comunes. Son más de misa el 20 N, visita al Valle de sus Caídos y homenajes en Casa Pepe.

La sucia historia del PP, su sucio y reivindicado pasado, es la historia de una larga purga que duró cuarenta años. Ese sucio PP es la extrema derecha española posfranquista, la que ensucia aún más la enseña rojigualda anudándola a sus muñecas, la que sigue purgando la diversidad de España. El resto de la ciudadanía, la que no comulga con su modelo, con su dios y con su rey, pues eso: comunistas muy de purgas, aunque nacionalcatólicamente purgados.

Rafael Hernando es el matón especializado en tapar con sus ignominiosos vómitos verbales lo que realmente es su partido, una formación podrida. Se siente muy a gusto ventilando mierda hacia los demás para que los suyos saboreen a solaz el excremento de la corrupción, la deposición de los recortes y las boñigas financieras y empresariales. Hernando oculta, desvía, manipula las miserias de su partido con la voracidad de las moscas, que es de lo que se trata.

Hay veces, lentas y pocas, en que una ligera brisa de justicia hace una purga en el Partido Popular y limpia algunos de sus casi infinitos casos de podredumbre. Una muestra de la gran purga realizada en España, llevada a cabo por quienes vergonzosamente no han sido condenados y sí son apoyados por Hernando y su partido, se puede leer y ver aquí. Ya vendrá el portacoz del PP en el Congreso a decir que es mentira y estirar sádicamente la herida de las víctimas jamás cerrada.

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4 comentarios el “Hernando, el PP y la purga franquista

  1. aj dice:

    En tu artículo haces un retrato acertadísimo de Hernando, sujeto que se me hace aborrecible en muchas de sus intervenciones. Está muy bien llevado de principio a fin y me ha permitido acceder al de Arcángel Bedmar, cuyo contenido revienta de indignación al más flemático.
    Gracias por volver.
    Salud

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    • Verbarte dice:

      Desde el voluntario destierro, escuchando sin remedio las soflamas del NoDo y alguna que otra Pirenaica, se torna poco llevadero el silencio; así que, muy de tarde en tarde, un alarido es una píldora de desahogo que tomo sin receta ni prescripción facultativa.

      Salud

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  2. Juan dice:

    Garantizado el gobierno por bastante tiempo, el desconcierto socialista y la escasa empatía de estos con los de Podemos y viceversa, me pregunto qué busca el PP con un portavoz como este Hernando; ¿mantener entre sus votantes a los de extrema derecha?, ¿darle a los Marhuenda e Indas de turno la bazofia que necesitan?

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    • Verbarte dice:

      Es un estilo. El PP tiene sus estilos y no podía faltar el de la prepotencia y la altanería con un barniz de amenaza. Otro estilo es el de la corrupción.

      ¿Acaso hay alguien decente en el PP? Por favor: diganme que sí.

      Salud

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