Da igual hacia dónde miremos, es indiferente a quién escuchemos, lo mismo da que sea un concejal de aldea o el mismísimo presidente del gobierno: el Partido Popular es una indecente máquina de generar vergüenza en la ciudadanía. Vergüenza de lo que dicen, de lo que hacen, de quién, de cómo, de cuándo, de dónde y de por qué lo hacen y dicen. Y, viendo el apoyo electoral que disfrutan y padecemos, vergüenza de la Marca España: vergüenza de ser español o española.
Se puede pasar por alto la grotesca oratoria de Mariano Rajoy, su capacidad para hacer del ridículo su seña de identidad personal e intransferible, su manifiesta incapacidad comunicativa y hasta su déficit de comprensión oral y lectora. Se puede asumir, y es grave, el papel del Presidente del Gobierno como estulto oficial del PP para vergüenza de quienes lo han votado y de quienes sufrimos en carne propia sus desmanes ideológicos y su socialmente nociva práctica política. Lo que es insufrible es lo que dicen/hacen quienes conforman su ecosistema partidista.
Es una indecencia que la concejala Aguirre afirme sin despeinarse “Yo soy la principal víctima de la corrupción”, corrupción masiva y sistémica practicada por sus correligionarios y amiguetes, con su plácet entre otros (sed fuertes, corruptos), desde la metrópoli madrileña hasta la última parroquia gallega. Es indecente cómo diluyen la Justicia en la ciénaga de impunidad sobrevenida en los últimos meses a raíz de las sentencias dictadas al amparo del poder político/judicial que homologa a España con cualquier república bananera.
Es una indecencia el lucro electoral que el partido que sustenta al Gobierno de España obtiene del terrorismo de ETA a la vez que defiende a ultranza, y subvenciona, el legado del terrorista Francisco Franco. A la vez que estrecha lazos, y no en el cuello precisamente, con el terrorista régimen saudí. A la vez que pasa de vergonzosas puntillas por el terrorismo machista. A la vez que fomenta e impone el terrorismo laboral, energético, financiero o habitacional.
Es indecente escucharlos reivindicar la libertad de prensa después de los atropellos que han hecho, y hacen, en cuantos medios de comunicación públicos caen en sus sucias zarpas. Después de imponer la Ley Mordaza, esta vez sin recurrir a las armas. Después de encarcelar a titiriteros y juglares. Después de marcar las líneas editoriales de los medios de comunicación mediante llamadas telefónicas y adjudicación publicitaria. Después de querer silenciar hasta las redes sociales.
Es indecente que el partido que ha recortado, y más que va a recortar, en organismos para la vida (sanidad, dependencia, investigación…), nos diga, a través de Cospedal, que invirtiendo en el Ministerio de la muerte “todo son ventajas”. 20.000 millones se deben de Programas Especiales de Armamento desde que Morenés aterrizó en Defensa con Aznar. Un 30% va a aumentar el presupuesto de Defensa. Una vergüenza más que añadir a la propiciada por Federico Trillo.
Estas cosas, y muchas otras, se producen en un país de vergüenza. Un país que se refleja indecentemente en las audiencias de la telebasura. Un país de poco pan y muchísimo circo. Un país de charanga y pandereta, de toros con IVA reducido y carnavales (sólo como Dios manda). Un país con flagrantes incoherencias: muchos obreros de derechas, unos pocos homosexuales de sacristía, bastantes mujeres machistas y, no lo duden, algún que otro negro del Ku Klux Klan. Sólo un país así puede explicar lo que tenemos: una derecha indecente, porque se lo puede permitir, porque se le permite.
Por qué no escribes en la prensa?
De verdad te digo que tienes un talento impresionante,eres un lujo.
La mejor articulista política que conozco de lejos.
Suerte
Paco
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Hola Verónica,creí que te habías perdido por ahí o que ya no ibas a escribir más.
Qué bien que sigas con los artículos
Eras la que mejor escribe de temas políticos de España.
Eres increíble!!!
Muchas gracia por lo que haces y escribes.
Paco.
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[…] post interesantes: Educación para todos 11M, aquellas aguas turbulentas La derecha indecente ¡Ni una menos! De la justicia y logaritmos El trato privilegiado de la Justicia Las varas de la […]
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Otra gran incoherencia inexplicable es la que procede de cinco o seis millones de pensionistas conformes y muy satisfechos con la NO congelación de sus pensiones, cuya «asombrosa» subida les empuja a respaldar al PP con una fidelidad tan rotunda como vergonzosa.
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La lista sería interminable, pero esto, sin dejar de ser incoherente, entraría más en la categoría de la estafa electoral, de la que también son especialistas en el PP.
Salud
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[…] a través de La derecha indecente — apalabrado […]
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