¡¡Rajoy: pasa el porro!!

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Hay propuestas políticas, como la de legalizar el cannabis, que descolocan cuando son formuladas por una pureta de la talla de Rosa Díez. Instantáneamente la sospecha da un brinco y la psicodelia estira el cuello para otear dónde está el truco, dado que en marzo de 2013 UPyD, PP y PSOE votaron en contra de una propuesta de ERC “para regularizar, en el plazo más breve posible, la producción, distribución y consumo de cannabis”.

UPyD necesita para las próximas elecciones generales la misma pócima mágica que su competencia directa, el Partido Popular, para vender su programa. La detención de los ediles populares Beatriz Rodríguez y José Antonio Gallegos con un kilo de marihuana o la presencia de la planta en el apartamento de la militante popular implicada en el asesinato de León son indicios de que en el PP se fuman porros habitualmente. La prueba irrefutable son las declaraciones de Mariano Rajoy y la cúpula del partido.

La visión idílica del país ofrecida por el presidente hace unos días, desligada radicalmente de la realidad, hace pensar que éste ha cambiado los habanos por petardos king size. Tal alucinación, propia de quien se quema las uñas apurando el canuto, sin pasarlo a nadie, sugiere que los bonsáis de Felipe González han sido sustituidos en Moncloa por plantas de Blueberry. La evasión de la realidad es muy evidente en el jefe del gobierno y va en aumento desde que viera hilillos de plastilina en los fondos marinos gallegos.

Uno de los efectos nocivos del THC, derivado de su deficiente administración o de su abuso, es la aparición de paranoias en quienes lo consumen. En la cocina del Campus de la FAES parece que a alguien se le ha ido la mano aliñando pasteles con más marihuana de la cuenta. Los efectos se han notado en todos y cada uno de los responsables del PP que han salido en tromba, los ojos rojos y la lengua de trapo, cargando contra Podemos y, por los síntomas, Aguirre se ha jalado, ella sola, con adicta gusa, un kilo entero de pastel.

Pero no todos y todas se han puesto hasta el culo de maría y hachís. Los hay que permanecen fieles a drogas tradicionales, carpetovetónicas, de efectos más elevados, más espirituales. Gallardón, Fátima Báñez, De Guindos o Fernández Díaz prefieren esnifar incienso en cantidades gloriosas confiando en que vírgenes y cristos iluminen su mandato y arreglen España. La Gürtel les ha surtido de sobres con billetes de 500 € para fabricar los aspiradores nasales.

Los fumetas de la alternancia, más finos ellos que los del PP, le han dado a la narguila durante el proceso de primarias cuyos resultados han sido infumables tanto para la militancia socialista como para su cada vez más escaso electorado. La paranoia también se ha manifestado en Susana Díaz y el electo Pedro Sánchez que han cargado contra Podemos en los mismos términos que sus socios en el poder. Esto evidencia que PP y PSOE comparten, además de políticas y puertas giratorias, el mismo camello entronizado con los votos de ambos.

No es casual, a la vista del colocón bipartidista, la agenda de Felipe el Preparado en sus primeras semanas de reinado. Primero viajó al Vaticano para garantizar el suministro de incienso de la mejor calidad y ahora se ha bajado al moro para negociar las cosechas de Ketama y el expolio de los bancos de pesca saharauis con el dictador marroquí. Mientras tanto, la ciudadanía escasamente puede ahogar sus penas y sus miserias en un vaso de Don Simón con gaseosa. Hay que quitarle el porro de las manos a Rajoy cuanto antes.

 

El gobierno te suicida por tu bien

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Según la Organización Mundial de la Salud, el tabaco es la primera causa de invalidez y muerte prematura del mundo. En España cada año mueren más de 50.000 personas debido al consumo de tabaco, más que por los accidentes de tráfico y el consumo de todas las drogas ilegales juntas. 700.000 menores de 14 años están expuestos diariamente al humo de tabaco en sus hogares. Los gastos sanitarios atribuibles al tabaquismo en 2008 ascendieron a 14.710 millones y los ingresos por impuestos procedentes del tabaco fueron 9.266 millones de euros.

 En el mismo 2008, las empresas españolas perdieron 7.840 millones de euros como consecuencia del tabaquismo (76% por pérdida de productividad, 20% por costes adicionales de limpieza y conservación de instalaciones, y el resto por absentismo laboral). Las cajetillas vendidas en 2011 alcanzaron un valor de 11.339,7 millones de euros y 631,28 millones el tabaco de liar. Una cajetilla diaria supone un gasto anual de 1.588 euros al año. Las ventas de cigarros cayeron un 25,65% tras dos años de aplicación de la Ley Antitabaco.

A pesar de los datos, a pesar de las evidencias, el gobierno de España está dispuesto a sacrificar una de las pocas leyes aprobadas con sentido común, en la última década, en beneficio de la ciudadanía. Para el PP, es sano plegarse al chantaje de Mr. Adelson y seguir matando, enfermando y perdiendo dinero, a cambio de 50.000 ó 200.000 empleos que, dicen, generará Eurovegas en Madrid. Alguien podría tener la tentación de afirmar que el Partido Popular es cómplice de 50.000 muertes anuales para satisfacer negocios privados.

Gracias al humo del tabaco, no se habla de otras reformas legales a la medida del capo de la ruleta como la tributación por las ganancias en su negocio o las condiciones laborales de sus trabajadores. A las reformas impuestas por la troika, el gobierno añade las impuestas por un personaje vestido de sospecha y vigilado estrechamente por los gobiernos de los países en los que opera. A la corte pepera no le importa interpretar una nueva versión de Bienvenido Mr. Marshall a costa, en este caso, de la salud y las vidas de los españoles.

No se han escuchado las voces en contra de asociaciones como Hazte Oír, Derecho a Vivir o Pro Vida, ni la de la Conferencia Episcopal, ni la de los Kikos, ni la del Opus Dei, ni la de Don Alberto Ruiz Gallardón, ultradefensores de la vida en nombre de dios y cómplices silenciosos de la muerte en nombre del dinero. Pura ideología, puro integrismo religioso, pura hipocresía. No ha habido un millón y medio de manifestantes en Madrid, ni una sola voz se ha alzado para denunciar un cambio de ley a favor de un asesino, el tabaco, de 50.000 víctimas al año.

Si el dinero y el empleo son prioridades irrenunciables para el gobierno, si su moral flexible permite al presidente del gobierno plegarse a los caprichos de un padrino del juego o a la presidenta de Castilla La Mancha hacer la vista gorda sobre la violación de los derechos humanos ante el Partido Comunista Chino, hay otras posibilidades. Dado que todo vale por el bien del pueblo y de sus bolsillos, no debe temer el gobierno acometer medidas audaces para combatir el paro y la crisis que tanto le preocupan.

Por clima, orografía, cultura agraria y otros motivos, España reúne las condiciones idóneas para cultivar, manufacturar, comercializar y exportar marihuana. A 4 ó 5 euros el gramo, ¿se imaginarán De Guindos la riqueza potencial, Fátima Báñez los posibles puestos de trabajo, Montoro los impuestos recaudables o Ana Mato el bienestar a disfrutar? Al beneficio económico se añade la plusvalía electoral y el valor añadido de una población adormilada sin necesidad de vedettes del deporte, prensa amarilla o televisión basura. Un pueblo «colocado» es un pueblo dócil, la troika lo agradecerá.

Se sabe que no pocas personalidades del partido del gobierno beben más de la cuenta. Se desconoce si fuman porros en la intimidad. Capaces son de hacerlo y no pasarlos.