Indigna ver cómo estiran la pata
en número cercano al infinito,
muchísimos de quienes han proscrito
guerras y hambrunas que son una lata.
Perder mano de obra tan barata
me deja melancólico y contrito,
ya que para atender un chiringuito
lo mismo da morito que negrata.
Magnánimos, tratemos como hermanos
a los peripatéticos hambrones
pues casi, casi, son seres humanos
y porque al masacrar sus migraciones
nos vamos a quedar sin africanos
que puedan sufragar nuestras pensiones.
Padadú el Bardo, Julio 2022