COVID–19, PP y Vox, a cual peor

COVID–19

«Lo peor de la peste no es que mata los cuerpos, sino que desnuda las almas y ese espectáculo suele ser horroroso”.
La peste. Albert Camus.

Podría haber optado por ser cojonuda (DRAE: estupenda, magnífica, excelente) o acojonante (DRAE: impresionar profundamente); pero no, la extrema derecha española de Casado y Abascal, de banderas y pulseras, ha decidido ejercer de mosca cojonera durante esta pandemia. Tienen espejos donde mirarse: Bolsonaro, Boris Johnson o Trump, gente fascista, nepotista, ignorante, predadora, misógina, xenófoba, homófoba, rodeada de lunáticos, terraplanistas y fundamentalistas religiosos. Psicópatas en el poder.

Las derechas extremas se replican como el virus en redes sociales y medios afines donde cuentan con una abyecta legión de trols, tertulianos y presentadoras que propagan con indecencia sus mentiras y manipulaciones. Así desnudan sus almas, aleves mesías y discípulos del odio, en un espectáculo horroroso. Su objetivo es uno y solo uno: el furibundo ataque al gobierno. Lo del COVID–19, para ellas y ellos, es secundario.

Con sus almas desnudas están mostrando lo que son: horrorosas máquinas de convertir a los muertos en votos, de meter los cadáveres en urnas… electorales. Su historial es tan detestable como dilatado. Desde que ETA inició su virulenta escalada de muerte, las derechas extremas no han dudado en utilizar el dolor de todo un país en su beneficio, y siguen. Y ahora están en lo mismo, anhelando que la curva del COVID–19 no baje para que sus votos vayan al alza.

Nuestros sanitarios, dependientes, cajeras, reponedores, agricultores, limpiadoras, cuidadoras o fuerzas de seguridad tratan de buscar soluciones desesperadamente, acertadas o no, para paliar la pandemia. Nuestras infames ultraderechas mueven sus miserables peones y su rastrera artillería para cuestionarlo todo, para sacar pecho y ocultar sus miserias. Porque es de miserables lo que ellos, las derechas, han perpetrado contra la Sanidad Pública y la Investigación, parte sustancial del problema que estamos viviendo.

Expertas son las derechas en rentabilizar muertos ajenos y encubrir sus propios asesinatos: los del Yak–42, los del accidente del Alvia, los del metro de Valencia o los producidos por la hepatitis C. Las extremas derechas clasifican los muertos según su rendimiento electoral en tres categorías: rentables (los de ETA y del COVID–19), perjudiciales (los suyos) y despreciables (los del franquismo).

Ante este panorama, asistimos a unas comparecencias de Abascal, Ayuso y Casado rayanas con la pornografía política, aplaudidas y expandidas por su ejército de avatares virtuales. Ellas y ellos tienen claros sus objetivos: el feminismo, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, no el coronavirus. Ellas y ellos tienen claro que tienen que salvaguardar la economía, aunque el coste lo paguen los de siempre: la ciudadanía. Silencio ante la postura de sus homólogos holandeses y alemanes.

Finalmente, asistimos estos días a una descomunal hoguera de las vanidades en la que desfilan los explotadores donando algunas migajas de lo que les sobra, practicando una caridad, desde Amancio Ortega hasta Botín o Guardiola, que anotarán en sus contabilidades como inversión publicitaria. En claro contraste, hay quienes practican la solidaridad compartiendo lo que tienen, desde la ciudadanía anónima hasta las brigadas sanitarias de la empobrecida Cuba (y no es la primera vez que lo hacen).

Lo dicho: almas desnudas en un escenario de horror. El negocio de la sanidad privada y la iglesia católica (sus ingentes recursos), ni están ni se les espera.

5 comentarios el “COVID–19, PP y Vox, a cual peor

  1. Rafael dice:

    hay un dicho muy popular que dice ( hasta el mas tonto hace relojes ) todos son de la misma condición y lo único que les interesa es montar su propia empresa a costa de falacias, mentiras, soflamas, y estupideces que desgraciadamente los vasallos de uno u otro lado lo bendicen como agua de Mayo , pero es lo que hay este es el país de la picaresca, nada que ver con las ideologías, de las que la gran mayoría de la ciudadanía no tiene ni puñetera ideal que significan y cual es su sentido y teniendo en cuenta que con la caída del muro de Berlin en el 89, acabo con las derechas y las izquierdas, convirtiendo al mundo entero en el capitalismo global , se acabo la pantomima del comunismo y sus componendas en realidad siempre fueron y seguirían siendo dictaduras capitalistas como es el caso de la actual China o Corea. ( la historia y sus frutos están perfectamente documentados otra cosa es que +/_ EL 95% de la población ( según mi criterio ) son analfabetos técnicos de nueva generación , saben leer y escribir pero no racionalizan ni lo que leen ni lo que escriben, vasta ver las redes antisociales, y los medios de incomunicación sectarios, es lo que hay y por ende toma relevancia aquel dicho (de que cada uno tiene lo que se merece ) Y MI UTOPÍA ES AQUEL LEMA DE MAYO 68 FRANCÉS LA IMAGINACIÓN AL PODER , con el 5% restante. un saludo

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    • Verbarte dice:

      El peor analfabeto
      es el analfabeto político.
      No oye, no habla,
      ni participa en los acontecimientos políticos.
      No sabe que el costo de la vida,
      el precio del pan, del pescado, de la harina,
      del alquiler, de los zapatos o las medicinas
      dependen de las decisiones políticas.

      El analfabeto político
      es tan burro, que se enorgullece
      e hincha el pecho diciendo
      que odia la política.

      No sabe, el imbécil, que,
      de su ignorancia política
      nace la prostituta,
      el menor abandonado,
      y el peor de todos los bandidos,
      que es el político trapacero,
      granuja, corrupto y servil
      de las empresas nacionales
      y multinacionales.
      Bertolt Brecht

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  2. Juan dice:

    Son tal y como los describes. ¿Esperabas otra cosa? Supongo que no.
    Salud, más que nunca.

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  3. AJ dice:

    Artículo admirable y digno de ser leído. Yo lo disfrutaré más veces. Gracias, Verbarte.

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