Eurovisión: €visión

israel

Artistas de la voz con presunción de ¿concursantes? han oficiado de nuevo el viejo y caduco rito del decadente, obsoleto y decrépito ¿festival? de €visión. 62 años después del I Festival de Eurovisión, se ha vuelto a escuchar la eterna letanía, oficiada por los comentaristas y salmodiada por la audiencia, de que todo es política cuando los votos no son favorables. Y llevan razón. Este año, más que nunca; este año, de forma explícitamente descarada, vergonzosamente perversa.

Todo el mundo ha visto “lo” que ha ganado. ¿Canción?: de parvulario, ¿música?: de pista de coches de choque; ¿artista?: ridícula bufona. Tenía que ganar Israel, presentara “lo” que presentara. Ya lo advirtieron los oráculos del negocio, los rabinos de la ortodoxia manipuladora: las casas de apuestas que todo lo saben, que todo lo encauzan, que todo lo pueden. Todo es política, todo es dinero, todo se compra y se vende, todo es propaganda. Ha pagado Israel, ha ganado Israel.

Si el gobierno de España tapa su corrupción y sus desmanes con ETA, Venezuela o Catalunya, Israel lleva más de medio siglo tapando el genocidio palestino con dinero, mucho, y propaganda, toda. Mucho dinero, el suficiente para controlar el 96% de los medios de comunicación (lo dice hasta un medio ultraconservador como Alerta Digital) del mundo y, en consecuencia, mucha, toda la propaganda está en sus manos. Así como suena: dinero, propaganda y política.

El jodío dinero judío permite a Israel lavar y centrifugar la sangre que produce comprando un lugar destacado en eficaces escaparates: juega al fútbol, al baloncesto y canta en competiciones europeas. Para este año, han comprado tres etapas del Giro de Italia, de la misma manera que han comprado la victoria en €visión, rentables inversiones. En octubre pasado, usaron La Roja para enjuagar su sangrienta imagen. Hasta los «progres» Serrat y Sabina, adictos al dinero, no dudaron en vendarse los ojos, venderse, y actuar en 2012 en Israel, a mayor gloria de un estado invasor.

Desde que el horror/error humano Donald Trump accedió a la Casa Blanca, Israel ha intensificado su escalada terrorista en Palestina y ahora en otros países. Su millonaria inversión en imagen y propaganda crece paralela a sus crímenes, siguiendo la milenaria propaganda de que son el pueblo elegido por un dios que, de existir, y si fuera como lo venden, se avergonzaría de tal pueblo. Los líderes judíos han dejado claro, históricamente, que su único y verdadero dios es el dinero.

€visión se ha destapado como el negocio que es, siempre ha sido y seguirá siendo. Es, ha sido y será política. €visión es un gigante con pies de propaganda, un Becerro de Oro en manos, este año, del mejor postor: Israel. Dinero, propaganda y política, de la más fétida, ruin y criminal que se pueda practicar en este mundo cegado por el áureo resplandor de la riqueza. Son políticas las votaciones ¿profesionales? y ¿populares? del festival; es sentido común la opinión de Salvador Sobral, su anterior ganador, al respecto.

En España, la política patriotera ha llevado a los radicales de himnos y banderas a rechazar a Amaia y Alfred por ¡¡leer!! España de mierda. Esa mierda de España no duda en aplaudir el enésimo fracaso de nuestros representantes en la eterna mierda de €visión. Y, mientras tanto, se llevan las manos, con las pulseritas rojigualdas, a la cabeza porque no se explican qué hace un país como Australia concursando en el festival europeo.

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