
Nadie niega al obispo Demetrio, ni a los de su calaña, su derecho a la libre expresión, faltaría más. Como nadie les niega el libre ejercicio de otros como el derecho al trabajo —para el resto, un deber— o el derecho a tener una vida sexualmente sana acorde con su mamífera condición. Del derecho al trabajo hace el clero dejación voluntaria, envidia de los mortales a cuya costa se mantiene, del sexo hace uso contra natura o celibato y, claro, en algunos casos aflora en forma de “sobrinos” o como aberración pederasta porque natura tira más que dios.
El derecho a la libre expresión lo utilizan cuando, donde y como quieren, incluso para instar a la rebelión y al desacato si se aprueban democráticamente leyes que van mal para su negocio. Pero no es la libertad de expresión lo que se cuestiona, de hecho, se expresan libremente como ciudadanos que son. Lo que se cuestiona es si la ciudadanía tiene derecho a expresar libremente su rechazo al discurso integrista de quienes están acostumbrados a que contradecirles sea pecado, y delito en los viejos tiempos del nacional catolicismo, cuando el pensamiento único paseaba bajo palio.
Es bueno el debate, imprescindible para tomar consciencia de que no somos acémilas con anteojeras, para mostrar de qué manera nos sentimos diferentes de otras formas de vida, para razonar y pensar por nuestra cuenta. Lo malo del pensamiento impuesto es que no se razona y, por tanto, no se siente como propio. De ahí la discrepancia, el encono, la duda, el engaño y la disidencia. También, a base de no razonar, se resiente la capacidad de comunicar y vienen la ceguera de la fe y la repetición salmodiada de las obispales palabras por parte del séquito cofrade y político que participa en los negocios de la curia arzobispal.
Los obispos pueden opinar, faltaría más, pero desde postulados racionales y democráticos y no desde dogmatismos radicales cuya única base es la presunta palabra de su dios y su interpretación exclusiva por parte de los mitrados. Si en su concepto de familia cabe que una mujer pueda parir sin la intervención de espermatozoides, frescos o congelados, ¿a qué viene el escándalo por otros modelos? Si se acepta como inocua la renuncia al sexo, ¿por qué condenar otras formas de ejercitarlo? ¿Cómo pueden oponerse al travestismo quienes, siendo hombres, visten largas y negras faldas o blancos camisones? Permítase este devaneo, pero tratar de razonar la estupidez lleva a la estulticia.
Los obispos, históricamente adictos a las cruzadas, saben como nadie los réditos que proporciona presentarse como víctimas para formar parte de su confesional martirologio. Pero se da la circunstancia de que, al entrar en debates públicos, se exponen a que alguien, cada vez en mayor número, discrepe de sus postulados y les haga escuchar o leer otras verdades, ni mejores ni peores, sino sencillamente otras verdades. De esta Iglesia, alejada del cristianismo, que tardó 500 años en perdonar la científica verdad de Galileo, no se puede esperar otra cosa, nada de debates: todo ha de ser como sus obispos y su tropa interpretan que debe ser. El Papa puede decir misa y declararse incompetente para juzgar a personas LGBT: ellos condenan, que es su oficio.
Bastante acoso sufren las mujeres por parte de los medios de comunicación (las niñas olímpicas se lo deben todo a sus masculinos entrenadores) y de otras instancias (jueces y policías hacen responsables a las mujeres de las machistas agresiones que sufren por ir solas o inadecuadamente vestidas), como para prestar atención a las quejas de la tropa talibán que defiende al imán Demetrio cuando justifica y da alas al machismo asesino, homófobo y criminal que padece la sociedad. El obispo no yerra porque es, como su jefe, infalible cuando actúa y cuando habla, también cuando inmatricula propiedades o adoctrina con mentiras y patrañas en la escuela pública de un estado presuntamente aconfesional.
Bastante daño le hizo y le sigue haciendo al mundo la religión.
Es tan dificil aceptar que nada desaparece y todo se transforma?
Somos material reciclable y nada más.
Confórmense.
Saludos.
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No hay manera. La religión es la esencia del pastoreo y los pastores no renuncian a controlar el rebaño inventando al lobo si hiciera falta. A fin de cuentas, la carne bovina, caprina o porcina es la base alimenticia de los pastores.
Salud
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[…] caen los lerdos Empieza el ataque contra el movimiento escéptico No a Rajoy, ¿y ahora qué? Boca de obispo, lengua de avispa #Soria y el Banco Mundial me confunden Referencia, influencia y manipulación Rufián y […]
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No estás perdida. Quienes te seguimos sabemos que continúas en la trinchera, pendiente de los peligros que atacan la libertad de pensar por cualquier flanco y a veces sobrevolando como drones mitrados.
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Después de la incursión de las diez mil cofradías, qué remedio.
Salud
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hola, Vero, hacía tiempo que no te leía, pensaba que te había perdido, pero no, parece que llevas tiempo en el lío, has vuelto ha resurgir…., y esto para mi es una alegría…., como siempre pecando, nunca mejor dicho, pero esta vez te llevan a la hoguera y te ensartarán en mitad de la plaza, ha vuelto otra vez la inquisición…., muchas gracias por tus artículos
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Gracias por tus palabras, Miguel.
Realmente, sigo perdida. He escrito este post llevada por la urgencia de responder a la peligrosa cruzada puesta en marcha por la extrema derecha de este país, con y sin sotana.
Salud
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Reblogueó esto en solo reblogueoy comentado:
Seguimos en la Edad Media.
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Reblogueó esto en Raciozinando.
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