Nuevo atentado en Europa, esta vez en su capital política y administrativa, en la capital del tráfico de armas, en Bruselas. De nuevo el dolor hiperbólico da rienda suelta a lágrimas selectivas, esta vez en los ojos de la alta representante de la Unión Europea para Política Exterior, Federica Mogherini, cuyos sentimientos humanitarios no le han impedido firmar el cruel tratado de la vergÜEnza con Turquía para deshacerse de los sirios que huyen del mismo y común enemigo terrorista: el Daesh, el ISIS, Al Qaeda, el Estado Islámico o como demonios quieran bautizarlo a cada poco.
De nuevo salta a la palestra el lamentable ministro Fernández Díaz y varias especies carroñeras del PP para solidarizarse con las víctimas y aprovechar, de paso, para disparar munición electoral por su boca pronunciando la rentable palabra ETA. De nuevo el PP, como el Frente Nacional francés o la Alianza para Alemania y otras ultraderechas europeas, exprimirán la sangre derramada en Bélgica en la peligrosa carrera para demostrar quién es más extremista. De nuevo lo pagaremos con mayores recortes de libertades públicas y pogromos cada vez más cercanos.
De nuevo alzarán sus voces vengadoras los padres de las patrias adictos a la Ley del Talión y bombardearán, en nombre de la libertad, apoyados en pruebas y acusaciones falsas si fuese necesario, a inocentes pueblos que ya sufren los bombardeos de sus propios extremistas al otro lado del Mediterráneo. De nuevo retumba en las conciencias, de quienes las tienen, el atronador silencio ante actos de barbarie similares ocurridos recientemente en países asiáticos o africanos cuyas víctimas no eran europeas y, para su desgracia, eran practicantes del islam en su mayoría.
También quedará en evidencia la farisea postura de la Europa que llora por los suyos y mantiene estériles sus ojos ante el genocidio continuo que sufre el pueblo palestino a manos del aliado israelí. La misma hipocresía que hace la vista gorda ante las sangrientas prácticas dictatoriales de Arabia Saudí cuyo rey pasa por ser amigo innegociable de nuestra derecha y su sagrada monarquía corrupta (en sentido figurado, vayan a multarme) y heredera (también en sentido figurado) del franquismo.
De nuevo los especiales de los medios de manipulación de masas buscando alguna víscera caliente que mostrar en pantalla para ilustrar sus alarmas. Por lo pronto ya han mostrado una oportuna radiografía en la que se puede ver un tornillo usado como metralla -¡qué hubieran dado porque hubiese sido un clavo!- en la misma zona donde Longinos clavó su lanza al protagonista del Viernes Santo. De nuevo los voceros de la extrema derecha excusando la Ley Mordaza, corta se ha quedado según ellos, impuesta por la ultraderecha que despóticamente gobierna España y que no ha dudado en condenar a los refugiados sirios pagando al sicario turco por hacer el trabajo sucio.
Oportunamente, al otro lado del Atlántico, en Cuba, ha tenido lugar un esperpéntico diálogo en el que el presidente del país del mundo con más muertos a sus espaldas osa pedir cuentas sobre los Derechos Humanos al presidente tachado de militar dictador por quienes defienden a capa y espada al golpista militar fascista que fusiló la democracia española con el cómplice silencio de las llamadas democracias. Al presunto dictador comunista se lo ha puesto a huevo y no ha dudado en pedir que le diga un solo país donde esos derechos sean respetados, justo en Cuba, donde EEUU administra la catedral de la ignominia que es Guantánamo.
Son motivos, para mí, más que suficientes para decir que YO NO SOY EUROPA, NO ESTA EUROPA. Y este artículo, el último, es motivo más que suficiente para que se me aplique la Ley Mordaza después de que una horda de espías uniformados y uniformes recorran los clústeres de mi disco duro buscando el puzzle que demuestre mi connivencia con el terrorismo. Mañana mismo procederé a formatear a martillazos el tal disco si Apple se niega a cambiar el número de serie de mi ordenador.
Je ne suis pas cette Europe. C’est la guerre, mais ne me quitte pas.
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Que esta Europa es bastante mejorable parece evidente. Que discrimine la muerte según origen o procedencia, causas o azares parece, por decirlo de una manera suave, una impostura. Todos estamos de acuerdo que la muerte por causa terrorista es un horror y tan incomprensible como las provocadas por las decisiones políticas. Ayer las noticias ofrecieron el llanto de un joven por el accidente de Freginals (Tarragona) y las lágrimas Federica Mogherini, Alta Representante de la Política Exterior de la todopoderosa UE. El primero me conmovió la segunda me indignó por los motivos que expones.
Es una alegría encontrarte otra vez activa. Por cierto, sobre el famoso viaje, muy revelador Mi familia y Obama publicado en el blog de Silvio Rodríguez y, de manera especial, las palabras Silvio Liam hijo del artista.
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Reblogueó esto en Raciozinando.
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