La realidad y el voto

La-realidad

Votar se ha convertido en una rutina como pintar las fachadas, cambiar de coche o celebrar unas bodas de cualquier metal. Acudir a las urnas produce aburrido cansancio desde que la ciudadanía quedó relegada al papel de florero ornamental en la sede de la soberanía popular. Si quienes son respaldados por los votos legislan y gobiernan para los poderosos, desamparo y desprecio se traducen en desafección, abulia o abstención en el pueblo llano. Nadie acepta de buen grado ser una inerte flor de plástico.

Si la patronal asalta el Ministerio de Trabajo, la iglesia los de Educación y Justicia y la banca los de Hacienda y Economía, si el bipartidismo golpea la Constitución a toque de corneta de banqueros y mercados, ¿merece la pena votar? Los viejos políticos apelan a sus realidades para justificar que se desentiendan continuamente de promesas y programas, de las personas. “La realidad –nos dicen– es el Ibex, la troica y Angela Merkel, para ellos los beneficios y para vosotros los daños colaterales”.

Las realidades son mostradas como paisajes inamovibles por profetas que se apropian de la capacidad de interpretarlas adjudicando al pueblo una ignorancia tan natural como la carencia de alas para volar. Hay que aceptar la realidad, han repetido faraones, césares, emperadores, reyes y dictadores, a lo largo de la historia de la humanidad. “Su” realidad, “su” negocio, “sus” beneficios, “su” genealógica perpetuidad. “Sus” paraísos, “nuestros” infiernos.

La apropiación de la realidad por los grupos dominantes se ha basado históricamente en dos pilares contrarios a la razón: las religiones y las armas, la cruz y la espada. A partir del Renacimiento, la razón convenció a las sociedades avanzadas de que la realidad y el poder estaban al alcance de cualquier individuo, pero no venció. Las élites no tardaron en recomponerse y la burguesía, bajo un popular disfraz, ocupó los aristocráticos espacios a través del derecho, la religión, las armas y el dinero.

Ajustar las cuentas al deseo de la minoría dominante es el único horizonte que contemplan sus servidores políticos como ineludible realidad. A Mariano Rajoy no le tiembla la lengua para acusar a Syriza de su propio pecado: prometer lo que no se puede cumplir. La diferencia entre unos y otros es un matiz de la realidad: el PP incumplió su programa a sabiendas, con alevosía y enormes dosis de placer para mantener su realidad, mientras Tsipras presentó el suyo como una realidad alternativa que, a diferencia de la neoliberal, es la única deuda con el pueblo de pago obligatorio.

La realidad se ha convertido en un ajuste de cuentas, bien con los poderosos, bien con la ciudadanía, y de las urnas debería depender, si la democracia fuese real, hacia qué lado desnivelar el saldo. Es evidente, real por tanto, que los partidos tradicionales amañan la realidad y deterioran su percepción con el hambre y la miseria de la mayoría social. El sueño de los faraones ha vuelto a hacerse realidad con una sociedad nuevamente esclavizada en el siglo XXI. A más miseria popular, mayor riqueza elitista. La miseria del sur se convierte así en la riqueza del norte.

A la ciudadanía se le pinta el caos, la hecatombe, como alternativa a lo que hay, como si la desgracia y la catástrofe no formasen parte ya de la realidad cotidiana. Trabajo siglo XIX a cambio de cama y comida, emigración como salida, cesta de la compra inalcanzable para millones de personas, represión para la disidencia, salud y educación para los pudientes o energía como lujo, son pinceladas de la realidad liberal y neoliberal del PP y del PsoE. ¿Sirve votar? Sí, al menos para aliviar la conciencia propia y no sentir que la complicidad con ellos nos condena.

10 comentarios el “La realidad y el voto

  1. pika6 dice:

    Hay que decirle a la ciudadanía que mejor no se molesten en votar a ningún partido Español y que por favor,voten directamente a La Troika y mercados financieros.Y a los lobbies de la banca directamente,ya que de una forma u otra,votar PP,PSOE,UPy D y CIUDADANOS VA A SER LO MISMO QUE VOTAR A ROCKEFELLER. Nada ha cambiado realmente desde finales del XIX,hoy la aristocracia financiera – empresarial sigue mandando con puño de hierro para conservar sus privilegios.
    Recuerdo como en USA hace veinte años se veían hombres-anuncio con carteles que decían.
    I´ll work for food !!!… (otros decían). I´ll work for nothing !!!…Fucking joke. Shame…

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    • Verbarte dice:

      La ciudadanía ya sabe que vota a la troica y ése es, a la vez, el peligro y la esperanza. Peligro porque induce a pensar que da igual seguir votando a los mismos o no votar y esperanza porque hay muchísima gente interesada en usar el voto como castigo a los de siempre.

      En ésas estamos.

      Salud

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  2. icástico dice:

    El voto se ha convertido en una queja, en un desahogo y en tomar el vermú. El resto no depende de nosotros. Valdría la pena no votar, si todos los hicieran. El voto es un placebo más de la democracia.

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    • Verbarte dice:

      Tiene claro el bipartidismo que la abstención les refuerza, ya que sus fieles y parroquianos acuden en bloque a votar a los partidos que dominan la España clientelar.

      PP y PsoE huyen como de la peste de la participación ciudadana en cualquier grado que esta se produzca, mientras los poderes extraparlamentarios tienen claro que es la participación la que les proporciona mayores dividendos. Hoy mismo nos desayunamos con que Telefónica ha fichado al marido de Soraya y a la esposa de Madina (*). Es lo que hace Bill Gates con sus donaciones a demócratas y republicanos, lo mismo que hizo el abuelo de los Bush vendiendo armas a Hítler y a los aliados. El negocio es el negocio y la familia es la famiglia.
      (*) La noticia es de 2012, cosas del madrugón, pero su sentido es el mismo (http://www.20minutos.es/noticia/1346662/0/marido/soraya-saenz-de-santamaria/telefonica/).

      Votemos para trasladarles el miedo.

      Salud

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  3. […] Fuente: https://apalabrado.wordpress.com/2015/03/02/la-realidad-y-el-voto/ […]

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  4. 7 dice:

    Reblogueó esto en Raciozinando.

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  5. pika6 dice:

    Donde venden billetes para la selva de Borneo???

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  6. Por libre dice:

    Tu invitación final es tan lógica y convincente como el total del artículo. Gracias

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