La semántica mercantil ofrece el adjetivo “pobre” para definir un estado de personas y países tenido como natural, genético, ajeno a causas humanas. Un acercamiento analítico y objetivo a la realidad de la pobreza concluye que sólo existen países y personas “empobrecidas”, en el sentido que recoge el Diccionario de la Real Academia: “hacer que alguien venga al estado de pobreza”. Así, la realidad habla de personas y países cuya pobreza obedece a causas objetivas y humanas.
Los matices ayudan a enfocar las realidades y el matiz semántico enfoca con nitidez la cruda realidad que viven los países del sur de Europa desde que estalló la estafa financiera. El capitalismo no es una plaga de langostas o de ébola, no es una catástrofe natural ni el castigo de un avinagrado dios. Millones de personas se han empobrecido sencilla y crudamente porque unos pocos se han enriquecido, como señala el informe “Iguales: Acabemos con la desigualdad extrema. Es hora de cambiar las reglas” de Oxfam Intermón.
Según el informe, 15.400 millones de dólares es el incremento de la fortuna de las 20 personas más ricas de España en el último año, 20 personas que acumulan una riqueza equivalente a lo que poseen casi 14.000.000 de españoles. Se trata de un problema de matemáticas básicas: si hay diez caramelos para diez niños y uno de éstos se come siete ¿a cuántas chupadas de caramelo tocan los otros nueve niños? Es una pista que explica el progresivo empobrecimiento de España y los españoles al calor de la estafa.
La codicia empresarial exige el vértigo de la pobreza en la vida de los españoles para competir con países empobrecidos a los que se han llevado la producción y donde adquieren mercaderías a precio de esclavitud para vender a bolsillos sin poder adquisitivo. La contradicción es un matiz del estado de locura que vive el empresariado amancebado con el poder político en el lecho de la corrupción que propicia el empobrecimiento de las arcas públicas.
Ninguna mancebía subsiste sin chulos y alcahuetas, figuras que empobrecen a rameras y clientela. Del comercio con la carne laboral, saca suculenta tajada la banca, mamporrera celestina que cuida del negocio y lava los sucios ajuares en las turbias aguas de los paraísos fiscales. En el prostíbulo bursátil se pergeña el empobrecimiento de la población, la forma y el momento adecuado para hacerlo. Observar sus manejos es constatar que la población no es pobre, sino empobrecida.
En plena época de estafa global, la corrupción y el enriquecimiento de las élites han galopado sin descanso al ritmo del empobrecimiento generalizado. Los ricos son más ricos y más pobres los pobres, sin matices. Los milmillonarios mundiales han pasado de 739 en 2008 a 1.645 en 2014 alimentados por el fundamentalismo del mercado y el secuestro del poder político por parte de las élites empresariales y financieras.
España no es un caso aislado, aunque sí el que evidencia el mayor descaro predador y un nulo recato político. Los continuos escándalos bancarios, patronales y políticos de este país son realidades expuestas a la luz que abundan en el escarnio público que supone mantener un gobierno empobrecido ética y políticamente. En España y en el mundo, conviene decirlo sin matices, se está librando la sempiterna lucha de clases y, como dijo Warren Buffet, milmillonario universal, ellos están ganado, siempre ganan.
Como en el caso del matrimonio y el divorcio, la riqueza es la única causa de la pobreza.
de….los de siempre ¿no?
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De los de siempre y como siempre.
Salud
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Un gobierno empobrecido ética y políticamente… y empobrecedor sin límites de…
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Para determinado tipo de gente, la pobreza no es el problema. Lo que les molesta no es la existencia de pobres. Incluso diría que los necesitan para, de tarde en tarde, hacer un poco de caridad y decirse así mismo lo buenas personas que son. Lo que realmente les molesta es que la pobreza sea visible. El ayuntamiento de Sevilla pretende multar con 750 euros a quienes «rebusquen» en los contendedores. ¿Se preocupan por quienes se ven en esa necesidad o se preocupan por la imagen de la ciudad?
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Sangrantes como la propia ordenanza del Ayuntamiento sevillano son las explicaciones que han dado para retirarlas. Ya vimos cómo les molesta la visibilización de lo que han hecho cuando en Madrid y Galicia negaron que hubiese pobreza infantil.
Salud
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