Votad, votad, malditos

votaaotros

–¿Por qué la has matado? –preguntó el policía que estaba sentado junto a mí.

–Ella me lo pidió.

–¿Lo has oído, Ben?

–Es un chico muy servicial –dijo Ben por encima de su espalda.

–¿Ese es el único motivo que tenías? –preguntó el policía.

–¿Acaso no matan a los caballos? –respondí.

“¿Acaso no matan a los caballos?” Horace McCoy.

El Crack de 1929 produjo escenas de pánico social en las que la parca ponía fin a situaciones insostenibles. Ejecutivos saltaban de los rascacielos empujados por su responsabilidad mientras sus víctimas convivían con la muerte en comedores sociales, sórdidos albergues y oscuros callejones. En miles de casos costó determinar si fueron suicidios, asesinatos o eutanasia porque la única evidencia del crimen era el móvil: el dinero y su carencia pública por acumulación privada.

La política y las finanzas aunaron voces para exculparse y ofrecer soluciones que pasaban por generalizar la pobreza y recuperar la confianza en quienes apretaron el gatillo de aquella estafa. La élite política que la permitió fue de nuevo votada por obreros que entendieron que su muerte podía así ser aplazada o canjeada por una mala vida preferible a la guadaña. Así lo entendieron la patronal y la banca al comprobar que el pueblo, en las urnas, dejaba una vez más en sus manos sus vidas desesperadas.

Poner en manos mafiosas cuerdas, pistolas y dagas, es pedirles, bajo tu responsabilidad, que te degüellen, disparen o ahorquen, que te suiciden. Has visto utilizar los votos como canalla metralla a los gobernantes de España desde que se perpetró esta democracia, a quiénes benefician y contra quiénes disparan. Les has visto y, carentes de conciencia y mínimo decoro, vuelven PP y PSOE, secuestradores de democracias, partidos de la cleptocracia, a pedirte munición, a solicitar tu voto o tu abstencionista silencio, que tanto aprecian una cosa como la otra.

Saben que el hambre y la sombra de la desesperación llevarán a muchos a entregarles el voto como garantía de aplazamiento de suicidios sobrevenidos por su criminal rol en la gran estafa. Saben que la mitad, porque así lo han planeado, permanecerá en sus casas rumiando su ira con lamentos y lágrimas. Sabes que sus acólitos les votarán en masa y que un 20% puede ser suficiente para seguir suicidándote poco a poco, con tu permiso, con tu voto o tu abstención.

Tienen, como todos los criminales, cierto miedo dibujado en sus caras, pánico a que los desautoricen las urnas y las armas cambien de manos, es por eso que amenazan. Amenazan con su crisis, con un pacto de rufianes en defensa de sillones, prebendas y cuentas numeradas, un pacto más infame que su falta de ética, aún más canalla. Han visto al pueblo en las calles, en las encuestas y en la intención de voto que puede hacerles pagar su desprecio al ciudadano.

Se les ha visto repartir comisiones, rebañar públicas arcas, defraudar a Hacienda, evadir capitales, cobrar sobresueldos, aceptar regalías y labrarse desde lo público su porvenir privado. Son ellos y ellas, los del clan de la rosa y la banda de la gaviota, quienes te piden el voto, quienes vuelven a mentirte para mantener en sus puños las culatas de las pistolas con las que te dispararán hasta la muerte porque tú así lo pides si les votas o te callas.

Ya les has visto a ellos, a ellas y a quienes les hacen la campaña: Rosell en nombre de la patronal, Botín en el de la banca y la Conferencia Episcopal que, como los anteriores, en nombre de Dios siempre gana. No les pidas que te maten, no les entregues tu arma, hay otras alternativas, otra dignidad, otra salida del callejón en que te acorralan. En tus manos está decidir hacia dónde dispararán los votos. Por tu salud y la de la sociedad presente y futura, vota a otros.

3 comentarios el “Votad, votad, malditos

  1. Juan dice:

    Brillante, como es habitual. Votar, votaré. El problema es qué votar. Es más fácil determinar qué no votar. A pesar de los trogloditas del PP y de Homus Cañetus, y como socialista que soy, entiendo que el PSOE se merece una avalancha de votos por su izquierda para hacer virar sus planteamientos. IU tiene hambre y lo mismo le da el PP que el PSOE; lo demuestra en Extremadura o en Andalucía. Entre los que quedan, hay aún tiempo para decidir. Ramón Jáuregui no entiende el entusiasmo por los partidos pequeños porque nunca han acreditado nada. O se está haciendo mayor, y no sólo cronológicamente, o no entiende nada o siente temor ante los resultados del domingo. El problema, Jáuregui, es que los grandes sí lo han acreditado y lo que han hecho no nos gusta. No es tan complicado de entender, ¿verdad?

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    • Verbarte dice:

      Acertadísima lectura. Es indispensable votar, a partidos que estén a la izquierda tanto en sus posiciones ideológicas como en sus prácticas políticas, para no darles a los profesionales la oportunidad de apropiarse de los silencios.

      El problema de Jáuregui y del PSOE es que hace tiempo que contemplan la calle desde su torre de marfil y su percepción de la realidad está condicionada por la vista cansada, cierto daltonismo sospechosamente verde monetario y una miopía selectiva causada por la umbría que cubre Ferraz.

      Izquierda Unida está ahí, con luces y sombras que la acercan tanto al poder como a la calle, una esquizofrenia propia de un partido con una amplia base plural y un corsé dogmático del PCE que entorpece su respiración democrática. Aún así, las experiencias andaluza y extremeña han sido interesantes tanteos que han forzado políticas de gobierno distintas y distantes a las practicadas por el PSOE en solitario o el PP con mayorías absolutas.

      El resto de alternativas abarcan un amplio espectro con el denominador común de la bisoñez política y el silencio o la manipulación informativa a que están sometidas. Ambos denominadores señalan un incipiente miedo por parte del bipartidismo a que estos partidos nuevos recorten su primacía. Muchos de ellos proceden o han estado, en la calle, con los movimientos sociales castigados y criminalizados por los profesionales de la política y cuentan con las simpatías y el beneplácito de esa calle que el PSOE no pisa y el PP persigue policial y judicialmente.

      Votes lo que votes, para mí vale porque será una papeleta pensada y sopesada.

      Salud y a las urnas

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  2. Maginense dice:

    Reblogueó esto en El Maginense.

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