Nubes a ras de suelo

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El lugar natural de las nubes es la atmósfera, donde, dispersada toda la luz visible, se muestran blancas. Cuando aumentan demasiado su grosor o su densidad, impiden que la luz las atraviese, viéndose grises o incluso negras. La presencia o no de nubes y, en su caso, la densidad de las mismas determinan que los días se perciban claros, nublados, grises o negros, y que los estados de ánimo se impregnen de la jornada cotidiana.

Vivir en un país alumbrado por el sol casi 3.000 horas al año debería invitar al optimismo, al igual que a portugueses, italianos y griegos. Sin embargo, desde 2008, los países del sur de Europa, los soleados, experimentan la realidad sombría de nubes artificiales desplazadas a ras de suelo desde los países del norte en forma de tormenta económica. Las negras nubes, producto de la ingeniería financiera, nada tienen que ver con la atmósfera y los fenómenos naturales.

Desde hace cinco años, la vida en el sur de Europa se ha nublado y el gris ha teñido los días y las noches, en demasiados casos tirando a negro. Se habla de luz al final del túnel, de brotes verdes, de recuperación y de esperanza, pero los ojos perciben oscuridad, yerma tierra gris, dignidad en estado terminal y desesperanza para la inmensa mayoría de la población. Sin ser visto ni oído, se ha instalado en el túnel el futuro inmediato. Y es oscuro. Más bien negro.

El marengo reluce hoy como un sol algodonado y a él acuden los lagartos para recordar cómo era el calor. Como hordas acuden las personas al llamado de un puesto de trabajo que aliviará el hambre incipiente de unos pocos elegidos. El resto, los perdedores, los derrotados, los que han estado a punto y no lo han conseguido, acudirán a casa con el currículum plegado y las necesidades desplegadas. Dicen que 100.000 personas optan a 400 puestos de trabajo. 99.600 perdedores no encontrarán la salida. Muchos perdedores. Demasiados.

La ciudadanía ha interiorizado el gris paisaje, lo ha hecho suyo. La mitad de la juventud acepta cualquier condición laboral apelando incluso a la misericordia de quienes ocupan la parte más iluminada, cálida y lucrativa del túnel. Al calor de las carencias, los nietos están viviendo las viejas historias que contaban sus abuelos de la escasez, de los oscuros tiempos de la preguerra, la guerra y la posguerra. Oscuros “tiempos de la hambre” que han vuelto a un millón de hogares.

Crisis, deuda, prima de riesgo, recortes, reformas, impuestos, pagos, copagos, repagos, multas, sanciones, Suiza, Caimán, tasas, facturas, sobresueldos, privatizaciones, rayos y centellas. La tormenta interna de España, la de negras togas y sotanas negras, contribuye al eficaz apagado de cualquier resquicio de luz. Fuera del túnel tampoco hay luz, la están pintando sobre negras nubes. Habrá quien llegue a pagar dinero para poder imaginar que tiene trabajo.

Cuando las nubes no están en el cielo son peligrosas, taimadas, veneno. El listado de los 40 logros que el Partido Popular argumenta son fuegos artificiales para distraer de los demás logros ofrecidos a los meteorólogos que han diseñado el nublado de la crisis. Apenas 40 chispazos alumbran lo justo para que el pueblo vea en qué se han equivocado, qué han hecho mal y qué rematadamente mal. No es de fiar un gobierno que castiga a quienes se calientan y alumbran directamente del sol, evitando a las eléctricas. Nada fiable.

5 comentarios el “Nubes a ras de suelo

  1. TMM dice:

    Y lo peor de todo es el miedo, que lleva a la inacción y al silencio. Miro por el retrovisor de la hisotria de mi generación y me pregunto dónde estamos y cómo hemos consentido llegar a esto.

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    • Verbarte dice:

      Miramos hacia atrás, quienes ya formamos parte de la historia más reciente, y vemos años de lucha de muchos y años de instalación en el confort y el consumo de los más. Son los instalados en el confort quienes, confundiendo responsabilidad con comodidad, se abandonaron en el abrazo al PP y al PSOE que hoy les estrangula.

      No me arrepiento de las energías consumidas luchando por un mundo mejor. Me queda la duda de si hice lo suficiente o debería haber ido más lejos. Aún hay tiempo.

      Salud

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  2. Por libre dice:

    Si esas nubes llegaran a penetrar y extenderse bajo el suelo, ¿podrían provocar alguna erupción incontrolable?

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