En la teoría freudiana, el miedo real se produce cuando su dimensión se corresponde con la dimensión de la amenaza. En cambio, el miedo neurótico se da cuando la intensidad del ataque de miedo no tiene ninguna relación con el peligro. Para el conductismo, el miedo es algo aprendido. Cuando un gobierno utiliza el miedo como recurso de convicción, el siguiente paso, apenas sin darnos cuenta, golpeando al estado si se tercia, es el terror.
El miedo ha entrado en nuestras vidas por la ventana de la economía. La estafa financiera ha hecho que los despertadores nos echen a diario de la cama con miedo al despido, al jornal, a las facturas, a la cesta de la compra y a cualquier sobresalto de la cartera. El presente da miedo; el futuro, terror. Se trata de un miedo que se corresponde con la amenaza real de esa competitividad empobrecedora que los gobernantes nos presentan como un logro de sus políticas, de esa nueva forma de esclavitud impuesta por el catecismo neoliberal de Génova y el aplauso de la Moncloa.
Desde que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos tumbó la doctrina Parot, el miedo neurótico se ha sumado al real. La liberación de terroristas ha resucitado el desgastado fantasma de la derecha española para acopiar votos en las mismas fechas que muere uno de los últimos golpistas (apenas un lustro de cárcel cumplió Armada) de este país. El ectoplasma del terror es agitado desde un partido, o dos si contamos a UPyD, que ponen el grito en el cielo por la liberación de etarras mientras se niegan a que se haga justicia con el régimen de terror que dio el relevo a Juan Carlos I. La escoria etarra ha cesado su actividad, pero hay quien se resiste a enterrarla.
Como complemento neurótico, algunas tertulias y la prensa de siempre se han empeñado en sentar a la mesa de cada hogar español a un violador o a un psicópata, liberados también por el mismo tribunal europeo. La sensación que traslada la megafonía mediática a la ciudadanía es que se ha liberado de golpe a 600.000 violadores de millones de españolas. Las cadenas televisivas han emprendido su habitual carrera para ver cuál es la primera que, en rigurosa exclusiva, exhibe en el plató a alguno de estos criminales, a cambio de unos euros, para elevar audiencias a la vez que las tarifas a sus anunciantes y patrocinadores.
Las dictaduras siempre se han servido del miedo neurótico para hacer más llevadero el miedo real. El franquismo utilizó la imagen de siniestros individuos, como Jarabo o El Arropiero, para soslayar el miedo real que producían el hambre y la represión de la época. El semanario El Caso ejercía funciones neurotizantes como hoy La Razón o El gato al agua, utilizando la suelta de etarras y violadores para soslayar el miedo real ante el crimen financiero y empresarial o la represión de la ley de Seguridad Ciudadana que lleva a cabo el Partido Popular.
Europa observa atónita cómo se amedrenta a los españoles con miedo real y neurótico, con multas desorbitadas para quienes expresan el malestar que el gobierno genera, con encubrimiento de prácticas policiales propias de Billy el Niño y el inspector Muñecas o con indultos a mossos de escuadra. Miedo en la intimidad del hogar y terror en la calle reconquistada por los hijos de Fraga. Mordazas en la boca y concertinas en el pensamiento son los instrumentos del PP para callar voces discordantes y cortar las alas a ideas distintas a las suyas.
Este país es reacio como pocos a leer su historia y aprender de ella. Los poderes maniobran concienzudamente para que los miedos, el real y el neurótico, se instalen en la conducta individual de la ciudadanía como algo aprendido, algo interiorizado que se acepta con peligrosa naturalidad.
Otra vez muy acertado el comentario. Bien conectados los detalles reminiscentes de la historia del Franquismo y hoy en dia de la falta de justicia para las victimas del salvajismo post Guerra Civil o los abusos financieros de los grandes bancos, que solidifican la impotencia a traves del la sensacion de que «siempre los mismos» se salen con la suya. Una pena, la falta de corage y responsabilidad civica para luchar por todos los medios, incluida la desobediencia civil, contra los poderes establecidos. Que pasaria si en Enero del 2014, 15 millones de espanoles se pusieran de acuerdo en no pagar sus hipotecas a los bancos estafadores ni a la hacienda que paga los salarios de los politicos corruptos (en cuentas B, C, o Z) y de los policias asociados con acciones brutales contra la ciudadania? Podria cualquier gobierno (y en particular el del PP) poner a 15 millones de ciudadanos en la carcel? Lo dudo.
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Lo que planteas es lo que se llamaba hace décadas «la revolución pendiente». Otros países dieron a lo largo de su historia pasos significativos en las reivindicaciones sociales y fueron los pilares de la transición desde la edad media hasta la edad moderna. España nunca tuvo una revolución, sino copias tardías de lo que se daba en Europa.
Así seguimos, avanzando de nuevo hacia la edad media.
Salud
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Excelente reflexión, como siempre. Me permito compartir como complemento a tu artículo uno de los primeros que escribí en ‘la recacha’, a finales de enero: http://wp.me/p369qC-15
Saludos!
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Bienvenidas tus aportaciones. Estás en tu blog.
Salud
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Admiro el trabajo que realizas, por eso te he nominado al premio “Blog of the year 2013″
http://tulisayoconda.wordpress.com/blog-of-the-year-2013/
Gracias y que no decaiga.
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Muchas gracias por el reconocimiento, por leer y por pensar.
Salud
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He decubierto esta página hoy y leido el comentario sobre el miedo he de alegrarme de que exista la misma y compartir el mismo. Nunca serán suficientes las armas que se utilicen para desasnar al país.
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Gracias por leer; gracias por pensar.
Salud
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Estando totalmente de acuerdo con el artículo, me permito desarrollar minimamente la forma en que los genoveses han llegado a aplicar el «terror económico» que se inicia con los neoliberales de la Escuela de Chicago, con Milton Friedman a la cabeza,que plasmaron en la película «la Doctrina del Shock»
La doctrina de este sujeto se halla en plena vigencia ya que propugna la desaparición de lo publico en defensa del libre mercado, salarios cada vez mas bajos y flexibilización laboral, justamente lo que está haciendo el PP, robando a la ciudadanía todo aquello que ha pagado y vendiéndolo a precio de saldo a corporaciones financieras.
Me permito sugerirte la lectura de este artículo http://elpais.com/diario/2008/10/19/negocio/1224422070_850215.html.
Bajo mi punto de vista ilustra bastante bien la forma de crear el miedo económico en que nos hallamos sumidos, de forma que si al miedo represor ejercido por el estado unimos el económico obtendremos la parálisis social a que nos estamos viendo abocados.
Un saludo
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De eso precisamente se trata: la sinergia del miedo real y el miedo neurótico como formas de gobierno.
Salud
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Muy buen artículo. No se me ocurre nada más que decir. Comparto todas las ideas expresadas. Un abrazo.
Esteban
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Me gustaría que el planteamiento fuese erróneo por mi parte, estar equivocada, pero es lo que perciben mis ojos, mis oídos y mi pensamiento.
Salud
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El miedo paraliza. Y el miedo inducido es el más poderoso elemento de dominio, es la sangre del totalitarismo. Pero al miedo hay que reconocerlo, ponerlo en sus sitio, y dominarlo para evitar la parálisis. Saludos.
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El propio estado ofrece argumentos para que el miedo se diluya en los espejos trucados donde se mira la ciudadanía. El más repetido es que son las personas que no tienen miedo a las que hay que temer, las personas que protestan y muestran su oposición a las injusticias que les sacuden a diario desde el BOE.
Nótese que la ley que castiga a esa ciudadanía se presenta como ley de «Seguridad» Ciudadana.
Salud
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