¿Halloween? ¡Sus muertos!

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Hay expresiones en el lenguaje coloquial capaces de condensar la reacción humana ante una situación inhóspita o insospechada. Una cagada de pájaro sobre el abrigo, un dedo pinchado por la aguja, un apagón eléctrico que avería la lavadora, un embotellamiento que transforma en prisión condicional el coche… son muchos y variados los ejemplos a los que responde el sintético «¡sus muertos!» empleado cotidianamente como calmante verbal. También se suele utilizar de forma familiar y amistosa sin suscitar animadversión en la persona receptora el epítome.

Estos días son para el descanso laboral de quienes puedan disfrutarlo, días de viajes y visitas programadas o improvisadas, días de ajuste de cuentas a tareas pendientes y días de limpieza de lápidas y nichos. Hay que recordar que el día 2 de noviembre es, en la tradición española, el día de los difuntos vendido al colonialismo cultural anglosajón y derrotado por Halloween. Una ocasión propicia para exclamar un ¡sus muertos! dirigido a la cultura consumista que cualquier producto norteamericano lleva adosada en los bajos.

En España, mientras las generaciones más adultas continúan la tradición de adecentar cementerios, fosas comunes o cunetas, y rogar por las almas de los difuntos, se suceden hechos luctuosos unos tras otros. El 13 de octubre, la iglesia beatificó a sus mártires en Tarragona ofreciendo católico olvido a los mártires de fosas y cunetas; eran “sus” muertos. El 27, miles de ciudadanos salen a la calle en nombre de los muertos de ETA y allí estaba el PP sacando provecho y reclamándolos como “sus” muertos. Al día siguiente, mueren seis mineros en León, seis «privilegiados» para el ABC cuando hacían huelga: ¡sus muertos! Y el día 31 Ana Botella, en un rapto cercano al masoquismo necrófilo, asiste a un acto en recuerdo de las víctimas del Madrid Arena. Como era de esperar, ha sufrido los improperios de los asistentes que podrían haber resumido gritando ¡sus muertos!

El resto de la actualidad se ha movido en un ambiente sin cadáveres pero no menos tétrico, luctuoso y, además, disfrazado. Lo más reseñable es la campaña de optimismo y campanas de gloria emprendida por el gobierno y el Partido Popular para enterrar la crisis. Con los cadáveres aún calientes de los derechos sociales, velados en la mayoría de los hogares, proclaman que hay luz al final del túnel, que hay brotes verdes y que las empresas del Ibex y la banca ya tienen beneficios. Y se lo dicen al pueblo saqueado y esclavizado ¿Fin de la crisis?: ¡sus muertos!

Se ha aceptado la moda del disfraz para estos días y este año el más exitoso es la toga. Un fúnebre cortejo de negras togas escolta los restos mortales de la blanca dama de los ojos vendados con la balanza y la espada sobre el ataud. Un remedo de la Santa Compaña recorre los juzgados de la Gürtel, de los ERE, de Bárcenas, de Nóos, del Palau, de la privatización sanitaria madrileña y otros menos mediáticos cuyas diligencias y sentencias parecen inspiradas en el concepto de “truco o trato”. ¡Sus muertos! clama la judicialmente analfabeta ciudadanía.

A pesar de todo, conviene acatar sin remilgos la cultura Halloween del amigo americano, no vaya a ser que el Gran Hermano te condene al corredor de la muerte por el mayor de los crímenes contemplados en la legislación yanqui: las actividades antiamericanas. El Pentágono espía y Europa espía para el Pentágono, el premio Nobel de la Paz Obama te vigila, el CNI te vigila, Microsoft te vigila, Apple te vigila, Google te vigila, Facebook te vigila, Twitter te vigila, todos te vigilan. ¿Tan importante eres? ¡Sus muertos!

8 comentarios el “¿Halloween? ¡Sus muertos!

  1. Celtic dice:

    Halloween es una festividad Celta, no americana,España en su día fue Celta, asó que en su día en nuestras tierras se celebro estas fiesta, así que me da que «España» tendría que aprender mas de sus propias tradiciones, pero bueno, supongo que es mejor no conocer la historia realmente, celebrarlo de forma consumista por el desconocimiento de la historia o enfadarse por que atenta contra la tradición de la celebración del día de los difuntos, una celebración impuesta por una institución nada capitalista como es la iglesia, que cambio la fecha de dicha celebración para acabar con otra fiesta pagana..

    A por cierto, las calabazas cortadas como rostros y adornadas con luces de velas en su interior es parte del culto a los dioses celtas de la luz, dudo que para celebrar Halloween tengas que caer en todo el consumismo, como si comprarle una calabaza a tu vecino fuese muy difícil.

    Así que por favor, antes de atacar una festividad, aprended de donde viene, por que ya sangran los ojos de los ignorantes que se piensan que esto es una fiesta creada por unos grandes almacenes.

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    • Verbarte dice:

      El Halloween que conocemos hoy no cuenta con más de dos o tres lustros de historia en España y ha sido directamente importado, vía televisión, de los EEUU hollywoodienses. De todos es conocido (hay otras culturas ancestrales que también celebran fiestas similares de parecida manera) que el Halloween originario de Irlanda es de tradición celta y que en España penetró por las costas gallegas. Aquí, la tradición que más ha perdurado en el tiempo y mejor conservada es la de la Santa Compaña gallega (el grafiti que ilustra el artículo está en Pontevedra).

      Algo parecido ocurre con la fiesta de San Valentín y otras muchas: del calendario pasan al cajero automático y pierden sus esencias originales para quedar como meros ejercicios de ocio contante y sonante.

      Respecto a que la iglesia no es una institución capitalista, existen dudas más que razonables. La parroquia aldeana ejerce lo que es la labor básica de toda iglesia, pero salga de la aldea y acuda a cualquier obispado, arzobispado o al mismísimo Vaticano. La Iglesia Católica dispone hoy día de una infraestructura comercial que ya la quisiera Amancio Ortega, con una cantidad de dinero circulante ingente e incontable simplemente porque la mayoría de sus ingresos son opacos al fisco (las entradas a monumentos, el merchadising que se vende en los propios templos, las velas con ranura para introducir monedas, las bodas, los bautizos, las comuniones, etc., etc. se abonan en concepto de «donativo» sin IVA y, por supuesto, sin emitir factura). Y el Vaticano dispone de Banca propia que opera en las bolsas mundiales con operaciones que incluyen, para escarnio nacional, la compra de deuda soberana española.

      En fin, usted es libre de pensar y creer lo que quiera, tan libre como cualquier otra persona.

      Le agradezco su aportación al blog, para eso estamos.

      Salud.

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  2. John Lessone dice:

    Yo aporto mi granito de arena al comité de actividades antiamericanas cada vez que suena el timbre y oigo el jaleo de los niños buscando caramelos. Me quedo en el sofá tan pancho… Aunque de poco sirve cuando el día de antes te los encuentras haciendo cola con los padres comprando disfraces de brujas, esqueletos y calabazas.

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    • Verbarte dice:

      Imaginación todo a cien en los chinos e imaginación importada de China en los grandes almacenes. A fin de cuentas, ésta, como la de San Valentín y otras muchas, son fiestas eminentemente consumitas.

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      • Celtic dice:

        Mas fallos históricos, San valentín se celebra desde la época del Imperio Romano, época en la que no existía el capitalismo, así que lo de eminentemente capitalista no es, otra cosa es que no sepas ver mas allá de lo que sale por la televisión y solo sepas /creas que su celebración se reduce al gastar para demostrar tu amor. 🙂

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      • Verbarte dice:

        Queda contestado en la anterior respuesta. De todas formas, las referencias a las festividades no dejan de ser anécdotas para ilustrar un artículo que sólo se refiere a ellas de pasada. El fondo de lo expresado, tiene muy poco que ver con las fiestas.

        Gracias.

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  3. juan dice:

    en una sociedad de plastico no puedes ni elegir entre truco o trato!! sus muertos!!

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