El Gran Hermano te espía

espionaje

Han entrado en la vida con la naturalidad de una flor, el sigilo de una caries, la inocencia de un amanecer y el descaro de una cana. Han sido aceptadas como en su momento lo fueron la luz eléctrica, los ingenios mecánicos o el plástico, con aplausos inmediatos y adhesiones generalizadas. Las nuevas tecnologías se han desplegado sobre la sociedad de forma irremisible, con un sentido general positivo y graves matices negativos.

Internet nació como herramienta del Pentágono y su desarrollo persigue establecer la sociedad descrita por George Orwell en su 1984. De esta novela arrancan conceptos malvadamente contemporáneos como Gran Hermano, neolengua y policía del pensamiento, usados por el Partido Único para eternizar su poder totalitario. Parece que los poderes aprendieron de la novela y la sociedad en general disfrutó de ella sin pena ni gloria.

Las redes sociales tienen mucho de red a la que los individuos se arrojan otorgándoles un valor lúdico que encubre su naturaleza captora. Los peces entienden de redes mucho más que las personas. El ser humano del siglo XXI habita la aldea global donde las redes sociales descargan sus capturas. La generación digital maneja antes un joystick que una bicicleta, descifra antes un código binario que un alfabeto y prefiere la comunicación virtual a la directa.

El argumento orwelliano se cumple y su concepto de sociedad está en construcción. Por ahora, los chips son adquiridos voluntariamente por la propia población sin que ningún Partido Único haya dictado su obligatoriedad. Es así, de forma inocente y consentida, como el Gran Hermano se ha introducido en los hogares y es una prótesis que hoy portan la mayoría de los cuerpos al alcance de la mano. Las ventas de smartphones, tabletas y otros dispositivos lo confirman.

Las últimas noticias sobre espionaje avalan que el Gran Hermano está activo y es consciente del inmenso poder que le confiere la propia ciudadanía. A los estados poco les preocupa que las corporaciones informáticas evadan impuestos, aunque las persigan de vez en cuando para dar una imagen de corrección democrática. Poco les preocupa que permitan a menores de edad abrirse perfiles en las redes, aunque los persigan cuando acosan o delinquen. A los estados les interesan los ficheros que estas compañías ponen a su disposición para vigilar a la población.

El Gran Hermano ha realizado el sueño de cualquier dictador y ha conseguido que los propios esclavos sufraguen sus cadenas, que los propios presos pongan barrotes a sus vidas y que sean las propias víctimas quienes paguen la bala que asesina su libertad. Dicen los estados que lo hacen para prevenir el terrorismo y otros delitos. Dicen, con insultante hipocresía, que lo hacen por la libertad. Mienten. ¿Quién proteje al individuo de los estados, del Gran Hermano?

Microsoft, Google, Apple, Yahoo! o Facebook colaboran con los gobiernos para controlar a la población. Son camaleones 2.0 capaces de pactar y ofrecer sus datos, los datos de cientos de millones de individuos, a los gobiernos, ya sea el chino, el americano, el inglés, el turco, el egipcio, el israelí o el brasileño. Sus políticas de privacidad (¿han leído alguna? Dan miedo) nunca protejen al usuario, antes bien lo convierten en un fichado del sistema. Los estados han volcado sobre los internautas la presunción de culpabilidad y los operadores tienen la lista completa de ellos.

Bradley Manning, Julian Assange, Edward Snowden o Hervé Falciani son personajes orwellianos que han trabajado para el Gran Hermano, conocen su funcionamiento interno y han decidido no ser cómplices del Partido Único. Han denunciado la trama, han elaborado sus propias listas y han recibido el tratamiento de enemigos públicos por parte de la CIA o de la banca suiza. EE.UU. los persigue y la mayoría de los gobiernos participan en la cacería. Mientras tanto, la población sigue nadando en las redes sociales como si nada fuese con ella.

8 comentarios el “El Gran Hermano te espía

  1. Da miedo pensarlo, y da miedo pensar cómo Orwell y Bradbury pudieron ser tan visionarios. El Gran Hermano nos vigila, pero tampoco podemos obviar la faceta revolucionaria, contestataria que permiten desarrollar las redes sociales. ¿Habría habido un 15M o una PAH sin Internet? ¿Nos enteraríamos de los escándalos de corrupción en la gestión de lo público si no fuera por los medios alternativos surgidos gracias a a la gran red? Los gobiernos y quienes manejan los hilos del sistema establecido tiemblan ante la fuerza de la contestación virtual y por eso quieren ponerle límites. Veremos hacia qué lado se inclina finalmente la balanza. Saludos.

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    • Verbarte dice:

      La lucha siempre es la misma: el control del poder. La información es poder. El nuevo campo de batalla era virtual hasta hace poco y hoy ya estamos en la guerra binaria. A los mismos enemigos de siempre se les ha renovado el arsenal y las armas. En ello estamos. Salud.

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  2. Entrando en terreno peligroso... dice:

    No hace falta irse tan lejos. Aquí mismo, tenemos al inefable Gallardón perpetrando el enésimo proyecto de ley para acercarnos cada vez más a tiempos pretéritos de infausto recuerdo.
    En el link adjunto se señala que, si se llevan a cabo sus pretensiones, un juez podrá autorizar a la policía a instalar troyanos en nuestros ordenadores para espiarnos. La excusa: perseguir el terrorismo, cibercrimen, etc.. El problema, como muy bien se expone, es qué pasará con aquellos usuarios cuyos ordenadores sean zombies al servicio de cualquier ciberdelincuente sin ellos saberlo, ¿Cómo distinguirán a víctimas de delincuentes?. Además de que, por supuesto, se vulnerarán leyes de derecho a la intimidad y al secreto en las comunicaciones.

    http://www.innovaticias.com/tecnologias/15729/troyanos-investigacion-policial-justifica-medios

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  3. Antonio dice:

    Me ha parecido muy interesante tu aportación .Es vital de que nos concienciemos de que estamos enredados,de que el Gran Hermano nos vigila y de que es necesario que nos movilicemos para que se proteja la privacidad de las comunicaciones en la red.Y que sean disueltas las compañías oligopólicas de la red

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  4. John Lessone dice:

    La película «Enemigo Público» (a pesar de ser americana y de que aparezca Will Smith) refleja muy bien la gran labor llevada a cabo por el Big Brother: satélites, tarjetas de crédito, internet… Incluso escondiéndonos bajo tierra podrían localizarnos mediante termo-radares (menuda farsa lo de la búsqueda de Bin Landen), no digamos ya de la red de redes: el inocente perfil de las redes sociales (me gusta Operación Triunfo, comprar en Zara y pasear los domingos por la calle Génova), las ips chivatas (población, calle, número, piso y puerta) y las cookies (el espía más rentable del mundo). Navegamos etiquetados y con código de barras en el cogote…

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    • Verbarte dice:

      Me sigo quedando con el libro de Orwell. Hollywood no es más que la Hermandad de 1984, una apariencia de objetividad y resistencia que en realidad trabaja para el Partido Único reeducando rebeldes.

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