Premios y castigos virtuales

Un fin de semana puede dar para todo, para mucho, para algo o para nada. Este fin de semana ha dado para poco más que para desconectar y ejercer de anfitriona virtual de un blog sin más pretensiones que ser una ventana abierta por donde ventilarme las neuronas y ventilar asuntos cotidianos de la actualidad que, a mi modo de ver, perturban el ambiente. Ajena a la mayoría de las vicisitudes que se producen en la casi infinita blogosfera, se ha colado por la ventana un colega, Benjamín Recacha, que, como yo, mantiene una ventana abierta para entrar a su universo personal.

En la madrugada de hoy, transnochando el domingo, Benjamín ha entrado por mi ventana para concederme un modesto premio y arrancarme la primera pregunta de la semana: ¿Esto qué es lo que es? He abierto el envoltorio con la marca “Liebster award” y he descubierto dentro una sencilla distinción parecida a las cómplices tarjetas de felicitación con que las amistades más cercanas suelen condimentar un cumpleaños o evento similar. No sé porqué, pero la palabra Liebster me sonaba a cerveza y como una cerveza me la he tomado, a la salud de Benjamín y a la de todas las personas que entran y salen por mi ventana. Gracias, Benjamín.

El premio, además de una complicidad, es, como todos los premios, una forma de reconocimiento y promoción. Reconozco que disfruto como premios cada lectura de un artículo, cada visita al blog y cada rastro dejado por comentaristas o compartidores ocasionales, pero hoy he descubierto el sabor de la cerveza virtual que, además, trae tapa. El Liebster es un premio de bloquero a bloguera y viceversa, un reconocimiento por parte de alguien de los tuyos, así que no hay ninguna Academia Bloguera detrás ni ningún jurado especializado. Y pone condiciones:

a) Nombrar y agradecer el premio a la persona que te lo concedió. Creo que ya está cumplida.

b) Contestar las preguntas que haya formulado quien lo otorga. No he encontrado preguntas para responder.

c) Conceder el premio a once blogs que te gusten, que estén empezando o que tengan menos de doscientos seguidores. Ahí van, sin orden ni concierto: La mirada del mendigo, Demasiadas palabras, El Maginense, madamebovary, [rbw, Lady Chapuzas, lamentiradelsistema, constructoresdedemocracia, Melissa-Ch, boguseffect, edumenorca.

d) Elaborar 11 nuevas preguntas para los blogs que premias. (Tarea pendiente).

e) Informar del premio a cada uno de los premiados. (Se hará).

f) Visitar los blogs que han sido premiados junto al tuyo (Pendientes algunos de ellos).

g) Para no romper la cadena, evitar mandar el premio al blog que te lo envió.

El premio recibido me ha quitado el regusto ácido de otra de las tareas realizadas el fin de semana. Como en toda estancia abierta de par en par, además de las amistades y otras faunas, suelen colarse bichos de diversa índole, algunos de ellos molestos, inoportunos y con insoportable gusto por la carroña. Pensé colocar mosquiteras para evitar su entrada, pero suponían una barrera incómoda para los demás huéspedes, así que he optado por un biocida específico para eliminar cada insecto indeseable que intente entrar por la ventana. Castigar no es agradable, pero a veces es necesario para evitar que algún parásito infecte el ambiente.

Por lo demás, he disfrutado de un fin de semana desconectada de la actualidad, en la medida de lo posible, atendiendo a las visitas reales y virtuales y dando descanso al cuerpo. Fructífero fin de semana coronado por un premio. ¿Qué más se puede pedir?

Os dejo con un tema apropiado para fines de semana trasnochados. Es del grupo Impresenteibols y podéis descargar su música aquí.